por Matias Ayrala
30 Junio de 2021 15:45
Cuando tenía 4 años, Tincho llegó al Hogar el Alba, en Longchamps, en el Conurbano Bonaerense. Ahí encontró un espacio de contención, de amor y de cuidado. En ese lugar creció junto a otros chicos que, por uno u otro motivo, se encontraban en situación de vulnerabilidad social.
Al principio, Tincho era muy tímido y retraído. Casi no hablaba. Y era muy raro verlo sonreír. De a poco, volvió a ser el chiquito que era. Encontró la alegría, la fuerza para seguir adelante y el cariño de los demás. Hasta que la vida le dio otro nuevo golpe.
Corría el año 2012 y el pequeño tenía 12 años. Una noche comenzó a sentirse muy mal. En el Hogar todos se asustaron. Tincho tenía dificultades para respirar y mucha fiebre. En el primer control médico le confirmaron que sólo era una gripe. Pero pasó una semana y su estado era cada vez peor.
Le dijeron que no iba a caminar y ahora está por convertirse en la primera pilota con capacidades diferentes de la región
Luego de un cambio de hospital, al nene lo internaron de inmediato. Su estado era gravísimo. "Se lo llevó nuevamente a un control y, a los pocos minutos ya supimos que la situación no era nada sencilla", recordó Karina Cittadino, la directora del Hogar el Alba.
Ahí hizo su aparición lo que ellos llamaron un “ángel médico”. ¿La razón? A falta de respirador artificial, el doctor bombeó durante toda la noche un respirador manual, el único que había en el nosocomio, y que le salvaría la vida al nene, que estaba inconsciente en ese momento y había sufrido una insuficiencia renal aguda.
Nadie esperaba lo que iba a pasar. Tincho pasó 52 días internado en ese lugar. De una simple gripe había pasado a confirmarles una falla renal. "Ya teníamos un diagnóstico certero, sus riñones no funcionaban y eso había dañado su corazón. Vinieron los primeros partes que decían que si sobrevivía ya no iba a llevar una vida normal”, agregó la directora de la institución.
Desde entonces, la única solución posible para el pequeño era un trasplante de riñón. Aunque no nadie se mostraba optimista. "Nos advirtieron que Tincho era un nene excluido de la sociedad y que nadie iba a desperdiciar un órgano. Eso nos dieron a entender. Esa impotencia la pudimos transformar en una fuerza increíble. En acciones concretas para darle a Tincho un futuro como podría tener cualquier niño que vivía en una casa con sus papás", dice Karina.
“Su corazón no tuvo secuelas. No hay explicaciones médicas para eso”, relataron desde el Hogar, llenos de emoción. Para Tincho empezaba una nueva vida. Con algunos obstáculos. Que él, acostumbrado a dar duras batallas, estaba listo para superar. Mientras tanto, sus cuidadores en el Hogar aprendieron todo sobre la diálisis, sobre la paciencia para gestionar turnos en la obra social, y, sobre todo, lograr que los derechos a la salud del nene se cumplieran.
En 2018, por fin, tuvieron una gran noticia. Era octubre. Había aparecido un riñón para Tincho. "Cuando estaba más estabilizado comenzamos los trámites para el trasplante. Tuvimos algunas trabas. Nos encontramos con varias personas que también creían que Tincho merecía su riñón y entonces eso facilitó todo", contó la directora.
Pero nada sería fácil. El cuerpo del nene rechazó el órgano y un virus lo dejó sin funcionamiento. Por orden médica, volvió a las sesiones de diálisis. Así se encuentra en este momento su tratamiento. "Hoy estamos nuevamente en esa etapa de estabilidad y nos quedan unos meses en los que tiene más posibilidades de ser trasplantado. El momento es ahora, está óptimo de salud y de ánimo. Sueña con eso. Todos soñamos con ese llamado", explicó Karina, sobre el adolescente.
En ese contexto, y como la Justicia autorizó la difusión del caso, desde el Hogar El Alba lanzaron la campaña #elsueñodeTincho, para que el chico pueda ser trasplantado y, después de mucha pelea, tenga una salud excelente.
Dolor en Córdoba: una abuela y su nieto murieron de coronavirus con tres días de diferencia
Pero hay más deseos por cumplir. Y a sólo dos meses de cumplir los 18 años de edad, Tincho también sueña con ser adoptado. “Me gustaría tener una familia para que me cuiden y compartir el resto de mi vida con ellos”. Y agrega: “Cuando sea grande me gustaría ser médico o enfermero de diálisis para ayudar a otros.
“Por eso, le pedimos a la sociedad, que si está a su alcance, si alguien tiene la posibilidad de donar, lo hagan. Tincho necesita un riñón ahora. Este es el momento. Unámonos. Pidamos fuerte todos juntos: un riñón y una familia para Tincho. Él merece tener una calidad de vida mucho mejor”, dijeron desde el Hogar El Alba. Hay que soñar en grande. Para que los deseos, y en especial los de Tincho, se hagan realidad.
Para ayudar comunicarse al Instagram de Hogar El Alba: @hogarelalba. O la página web: https://hogarelalba.org.ar/
