Con 211 casos confirmados y el barrio totalmente aislado desde el lunes, para el Gobierno bonaerense la situación en Villa Azul está “controlada”. Por ahora, se trata del único asentamiento que tuvo un crecimiento de casos exponencial, y el jueves culminaron los relevamientos del operativo Detectar. Ya perdieron más de treinta toneladas de comida y planean llevar cajeros automáticos y oficinas estatales para que los habitantes puedan cobrar beneficios sociales y su salario. “Ahora está todo más tranquilo y la gente cumple la cuarentena en sus casas”, describió Silvia, una vecina.
Villa Azul fue el epicentro de la preocupación de las autoridades bonaerenses durante toda la semana, luego de que en el primer despliegue del operativo Detectar descubrieran 53 casos de coronavirus, muchos de ellos asintomáticos. El lunes, ante el temor de una expansión de contagios, la Provincia decidió aislar el barrio y por dos semanas nadie puede entrar ni salir. Día a día los casos se fueron multiplicando y este jueves el ministerio de Salud bonaerense, a cargo de Daniel Gollán, confirmó que ya había 211 personas infectadas.
Según detallaron a BigBang fuentes del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad bonaerense que comanda Andrés “Cuervo” Larroque, hasta el jueves al mediodía se habían distribuido más de 33 toneladas de comida seca en unas 800 viviendas. Se estima que en Villa Azul viven alrededor de 3.200 personas, aunque con una particularidad: el asentamiento está ubicado en el límite entre Quilmes y Avellaneda. El sector que pertenece a Avellaneda fue urbanizado, pero el de Quilmes no.
En la Provincia señalan que la situación del barrio está bajo control y niegan que hubiera ocurrido algo similar al brote de la Villa 31, donde hay más de 1.200 personas contagiadas y cuando se desplegó el operativo Detectar la mayoría de las personas testeadas daba positivo. “La tasa de infectados está bajando rápido, en un momento seis de cada diez personas que testeábamos tenía coronavirus”, detalló una fuente del Ejecutivo provincial.
Más allá del operativo Detectar, según explicaron desde la Provincia, el miércoles comenzó un operativo para censar a todos los vecinos del barrio, con el objetivo de saber quiénes reciben beneficios sociales y cuáles son. Con esos datos, buscarán llevar oficinas de la ANSES y un cajero para que puedan cobrar.
Además de alimentos secos (fideos, arroz, polenta y enlatados), la Provincia hizo un acuerdo con la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) que repartió 21 mil kilos de verduras. Entre los pedidos de los vecinos figuraban los pañales y elementos de limpieza, clave en un barrio con todo tipo de necesidades.
“EN EL BARRIO SE VIVE CON MIEDO”
Silvia es vecina de Villa Azul y desde que el barrio fue aislado se transformó en una de las voluntarias que día y noche reparten viandas con comida para quienes más lo necesitan. De hecho, esta semana la organización Garganta Poderosa lanzó una campaña solidaria apoyada por artistas para recaudar fondos. En los últimos días ya repartieron más de 6.000 viandas en todo el barrio.
Madre de cuatro hijos, Silvia vive con su marido en el barrio desde hace años y contó a BigBang que tras varios días de incertidumbre, finalmente este viernes la situación se tranquilizó. “La gente está un poco más calma, hay algunas quejas por la carne, pero llegó ayuda, estamos esperando que esto pase rápido, si nos quedamos en casa es mejor”, señaló. Y remarcó: “Se vive con miedo, vivo día a día con temor. Obvio que tenemos miedo, porque esto es algo que está pasando en todo el mundo”.
-Esta semana hubo quienes compararon el aislamiento del barrio el gueto de Varsovia. ¿Qué le parece? - le consultó BigBang, en referencia a los dichos de la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el sociólogo e historiador, Juan José Sebreli.
No sé qué pensar, la verdad es que nada que ver. Estamos encerrados, nos sentimos presos en nuestros mismos barrios, pero en todas las villas hay casos. Si salieron más casos acá, hay que cumplir. Ahora van a ver si pueden poner un mercadito.