Minimalista y sobrio, el doodle de Google de hoy muestra el rostro de un hombre barbado como eje: es nada más y nada menos que el homenajeado de turno, Eduardo Ramírez Villamizar, artista plástico colombiano que hoy habría cumplido 97 años. 

Pionero del arte abstracto

Nacido en 1922, se convirtió uno de los pioneros del arte abstracto en su país aunque sus primeros estudios fueron en arquitectura. A los 22 años participó de su primera muestra como artista, con pinturas a la acuarela, y en la década del '50, viajó a París donde entró en contacto con la obra de Picasso.

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En aquella época, Ramírez Villamizar conoció al también pintor Victor Vasarely, quien según supo relatar le enseñó "que no había que representar nada para expresar lo maravilloso de la creación; color, formas y geometría sumados son suficientes".

Poco a poco forjó su estilo, caracterizado por las formas planas con diseños y colores que se engranan entre sí. Una de sus piezas, The Black and White Painting, fue adquirida por el Museo de Arte Moderno de Nueva York en 1956 y dos años después ganó un premio Guggenheim.

De la pintura a la escultura

El próximo eslabón de su carrera fueron los relieves, en los que comenzó a expresar su interés por el diseño, la organización de superficies y el contraste de planos presente en la orfebrería precolombina. 

Así, en su obra El Dorado, creada para el Banco de Bogotá, los relieves de Ramírez Villamizar están cubiertos con pan de oro como un homenaje a la riqueza de la cultura de los pueblos originarios. 

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La influencia inca

Ese interés por el arte precolombino se acentuó a lo largo de su vida: a fines de 1983 viajó a Macchu Picchu, lo cual influenció su siguiente etapa como artista, en la cual introdujo construcciones sobrias y poderosas, con grandes planos articulados, que recuerdan las grandes piedras poligonales de la arquitectura incaica. La madera y el hierro se sumaron a sus materiales en las últimas décadas de su vida.

Ramírez Villamizar murió el 23 de agosto de 2004 en Bogotá. La vasija de barro de la artista Beatriz Daza que contiene sus cenizas está enterrada en el patio del Museo de Arte Moderno Ramírez Villamizar de su ciudad natal, Pamplona (Colombia), donde también pueden admirarse varias de sus obras.