03 Marzo de 2017 12:21
Mabel Santángelo nunca pensó que al volver el miércoles de sus vacaciones en Mar de Ajó se encontraría tan sólo 24 horas después con la muerte a manos de su hermano Ariel en una escribanía de Lomas de Zamora. La relación entre ambos no era buena. De hecho, la familia de la pareja de la mujer de 57 años no conocía al hombre de 43 años.
Zapatero, solitario y fanático de Ricardo Barreda, el odontólogo que en 1992 mató a su esposa, sus dos hijas y su suegra en La Plata, el menor de los Santángelo asesinó a su hermana y a los hermanos compradores de un terreno: Javier (40) y Jorge Helzel (35).
Mabel Santángelo, asesinada por su hermano Ariel.
Todo sucedió en la escribanía ubicada en la calle Marcos Grigera 135 del partido bonaerense de Banfield. Según pudieron reconstruir los investigadores de la Policía Bonaerense, ni bien finalizó la operación comercial, Ariel le ordenó a su hermana Ana María que se fuera del lugar con los US$ 22.500. La disputa familiar por quién se quedaría con la plata de la venta podría haber sido el móvil.
Jorge Helzel, uno de los compradores fallecidos.
Acto seguido, comenzó a disparar al menos quince veces con su Bersa 9 mm: primero abatió a Mabel y luego a Javier y Jorge. Al padre de los compradores, Luis (67), lo hirió en el abdomen y en uno de sus hombros. El escribano Juan Francisco Alonso resultó ileso porque pudo esconderse en otra oficina. Finalmente, se suicidó.
Luis Helzel lucha por su vida en el Hospital Gandulfo.
El hombre de 43 años, según publicó Clarín, tenía pegado en una pared de su casa de la calle Mármol 200 recortes de diario de la época en la que Barreda se convirtió en cuádruple homicida cuando, cansado de que lo llamaran "conchita", mató a las cuatro mujeres de su familia.
La escribanía de la masacre en Banfield.
Para el perito psiquiátrico que atendió al odontólogo, Miguel Maldonado, la masacre de Lomas de Zamora podría haberse producido por la venta del terreno que reactivó el odio de Ariel contra Mabel. Es que, en diálogo con BigBang, el especialista consideró que el homicida múltiple sufría de un trastorno mental.
"Que una persona vaya armada a una inmobiliaria demuestra que tiene una alteración de la percepción de la realidad", insistió. Muestra de ésto era el fanatismo que el zapatero tenía por el odontólogo. "Dime con qué homicida te identificas y te diré qué patología tienes", relacionó.
El menor de los Santángelo se reservó un último disparo para suicidarse. Barreda, en cambio, "mató a las mujeres para salvarse él". Por eso, Maldonado concluyó: "La mayoría de los enfermos mentales que se convierten en homicidas múltiples finalmente se suicidan o se enfrentan con la Policía para ser asesinados".