El Bailando por un sueño está pronto a terminar. Actualmente quedan ocho parejas en carrera, una será eliminada en el chachachá, el resto deberá llevar adelante la semana que viene el Pop Latino y luego de una nueva eliminación, la seis restantes deberán bailar el Ritmo Libre.
Charlotte los barre a todos con su picardía.
Los participantes que quedan en juego demostraron ser grandes bailarines y, sobre todo, muy queridos por la gente. Pero una de estas parejas demostró superación, logró imponerse ante los diversos ritmos y le viene “pasando el trapo” a todos durante ya algunos meses. Sí, nos referimos a la siempre divertida Charlotte Caniggia.
Al igual que Ailén Bechara el año pasado -recordemos que la modelo se ganó el mote de “imbatible” al vencer en el duelo telefónico seis veces distintas y llegar a la final del Bailando 2015- la hija de Claudio Paul Caniggia viene arrasando en el certamen de baile y ya se posiciona como la gran candidata a llegar a la gran final de este año.
La abogada solo logró el 25.70 por ciento de los votos ante Charlotte.
Las coincidencias entre la ex azafata de Guido Kaczka y Charlotte están a la vista. Bechara se impuso el año pasado a Ergün Demir, Fernando Burlando, Candela Ruggeri, Martín Campilongo, Freddy Villarreal y Cinthia Fernández. Solo Fede Bal (con un poco de ayuda de su amiga Lali Espósito) fue capaz de ganarle a la ex de Fernando Bertona.
Por su parte, Charlotte eliminó este año a Fernanda Herrera (la abogada hot), Osvaldo Laport, Diego Maradona Jr, Candela y Oscar Ruggeri e Iliana Calabró. Pero ¿cuándo se hizo tan popular la hija del ex jugador de la Selección Argentina? Vale aclarar que la hija de Mariana Nannis participó del Bailando 2012 y no estuvo ni cerca de llegar al podio.
La participante probó el mate y dijo que "parecía pasto".
En aquella oportunidad, Charlotte se mostró tal cual lo hace hoy en día. Una chica “rica” con un gran desconocimiento del país, amante de las noches y el champagne y, de la misma manera que lo hizo años atrás, Marcelo Tinelli le hace de guía y le da a conocer las costumbres del país. Además, el conductor aprovecha para preguntarle cómo es su vida en España.
Es ahí donde, tal vez, Charlotte Caniggia logró hacer un "click" y pasó de ser resistida por el público a una de las más queridas del certamen. Ese cambio, sin dudas, se produjo durante uno de sus habituales cruces con Soledad Silveyra, cuando la jurado de ShowMatch le hizo una devolución y sin filtro la rubia remató: “Me importa tres carajos Solita”.
Las risas invadieron el piso por aquel entonces. Marcelo Hugo apenas pudo mantener su postura y sus ojos se le llenaron de lágrimas por la risa. El conductor terminó abrazando a la concursante.
El sincericidio de Charlotte, que diga a cámara lo que piensa y que no tenga temor alguno de pasar vergüenza ante millones de televidentes la pusieron en este lugar privilegiado y la posicionaron como una rival a temer.
La participante del Bailando genera temor y respeto. Nadie se quiere cruzar con ella y rezan por que el jurado no los ponga en el duelo telefónico. Mientras tanto, Charlotte entiende del juego. Si no hace una degustación de los distintos manjares que le pueda llegar a traer la producción, está barriendo o planchando las camisas de todos al aire.
Tinelli le hizo probar distintas comidas típicas del país.
"Me toman por boluda a mí, pero los que no saben nada son ustedes", dispara mientras que en una mano tiene la plancha y con la otra sostiene la camisa. Todos los desafíos que le propone Tinelli llegan de la misma manera: cuando la hija de Claudio Paul cuenta alguna intimidad de la familia que deja mal parados a su papá o a su mamá.
A ella poco le importa. Con su particular y natural picardía puede un día pelearse con su mánager y al otro tratar de “boludo” a su novio en cámara. Sabe que le sirve y ahora, en el último ritmo, también le agregó baile. Obvio, sin perder su esencia.
El jurado coincidió que Charlotte fue otra en el chachachá, que evolucionó y que fue su mejor ritmo hasta ahora. Un total de 35 puntos la posicionan en la siguiente ronda, a dos de la gran final, y un poco más cerca de su gran sueño: demostrarles a todos que ella puede.
La participante del bailando también lucha por otro sueño, el de la fundación Carmela Fassi -una ONG de Las Heras que trabaja desde el año 2000- la cual atiende alrededor de 40 chicos discapacitados todos los días. El sueño consiste en construir 4 aulas para los cursos que desarrollan en ese lugar, techar un galpón y condicionar dos baños.