Traer un perro nuevo a casa es emocionante y uno de los retos más grandes para los propietarios de perros es cómo hacer para que todos los perros en casa se lleven bien. Esta es una situación de especial importancia cuando se introduce un perro nuevo a la familia porque, como con la gente, las primeras impresiones pueden hacer o romper una feliz amistad.
Consejos de para que la introducción sea amistosa y tenga éxito.
Paso 1: Evaluar los estilos de comunicación y lenguaje corporal
Antes de llevar a casa a tu nuevo perro date un tiempo para evaluar sus rasgos de personalidad incluyendo la forma en que se comunican, cómo es su estilo de juego y en general su perronalidad. Si de antemano sabes que el nuevo miembro es tímido, nervioso o hiperactivo puedes prepararte para una mejor introducción teniendo en cuenta esta información. Los perros usan una gran variedad de movimientos corporales para comunicar sentimientos, preocupaciones, etc. y nosotros como dueños ignoramos con frecuencia este lenguaje corporal. Entre más entiendas el lenguaje corporal de tu perro, mejor será tu preparación para enfrentar una exitosa y amistosa introducción del nuevo integrante en tu familia.
Señales de que el perro esté cómodo y es social:
Apariencia relajada en general, incluyendo boca abierta, posición neutral de la cola y posición natural de las orejas.
Interesado en el ambiente que lo rodea, con deseos de husmear e interactuar.
Movimiento relajado de la cola (la cola no está rígida).
Acercamiento juguetón; muestra deseos de jugar.
Señales de malestar
Se rehúsa a conocer el ambiente o a otros perros o personas; se esconde.
Tensa el cuerpo y para la cola; eriza el pelo del lomo y hecha las orejas hacia atrás.
Babea, jadea en exceso, bosteza, muestra los dientes o se lame los belfos con frecuencia.
Necesidad excesiva de darse la vuelta sobre su espalda.
Se orina para mostrar sumisión.
Es importante que cuando se observe el lenguaje corporal del perro se tomen en cuenta la imágen completa y no solo una señal. No todos los perros son igual y su lenguaje puede variar de un momento a otro. Obtendrás más experiencia observando y entendiendo el lenguaje corporal de los perros; es algo que todo propietario de un perro debe hacer.
Paso 2: Salgan todos juntos
Aunque los perros ya se hayan conocido en casa, no te apresures a ponerlos frente a frente. Lleva a los perros a una caminata relajada. La caminata sirve para varias cosas: desestresar al nuevo perro, es una estimulación física y mental tanto para los perros como para los humanos, es una oportunidad para detectar y empezar a corregir malos hábitos del nuevo miembro y además se empezará a formar la confianza de que está siendo aceptado en la manada. Este ejercicio le dará oportunidad al perro de aprender a compartir espacio y estar cerca de los otros miembros de la familia pero sin contacto ni interacción directos.
Comienza la caminata de tal manera que los perros estén alejados entre ellos y no se toquen. Podrán verse y olerse pero no harán contacto físico. Comienza caminando a paso normal y camina por los alrededores de tu casa para que el nuevo perro sepa donde vive y como encontrar su camino a casa si llega a salirse de tu hogar. La decisión de cuando permitir que los perros se acerquen y se toquen variará en cada situación.
Paso 3: Prepara la situación para tener éxito
Cuando sea tiempo de que los perros interactúen entre ellos deberás tener una imagen clara del lenguaje corporal de cada uno de ellos. ¡No te apresures! Pon atención a lo que cada perro está comunicando y haz la introducción a una velocidad en la que ambos perros se vean cómodos. ¡Los perros que son sociables pueden convertirse en los mejores amigos de por vida desde ese momento! Otros pueden necesitar de más tiempo para asegurarse que no hay ninguna amenaza entre ellos o simplemente necesitan procesar y entender la nueva situación en general.
Para tener éxito en la introducción quita cosas distractoras como premios, juguetes, huesos, comida así como cualquier collar de castigo o correa que pueda enredarse mientras interactúan. De esta manera no forzarás a los perros a "discutir" sobre la propiedad de los juguetes o la comida. Conforme los perros se conocen el uno al otro y aprenden que el humano es el que tiene la última palabra sobre estos objetos, puedes ir introduciéndolos poco a poco.
Paso 4: Observa cómo interactúan e interviene si es necesario
Mientras observas a los perros interactuar es importante para tener un entendimiento básico de lo que los conductistas caninos llaman "agresión ritualidad". Como humanos, asumimos con frecuencia que cualquier ladrido, gruñido o agresión es mala, pero no siempre es así. Como animales de manada, los perros han desarrollado un sistema extenso de comunicación para poder evitar que una ofensa menos escale a algo de mayores consecuencias y peleas violentas. Por eso es importante encontrar un balance entre permitir a los perros que soluciones sus problemas entre ellos e intervenir cuando las cosas empiecen a salirse de control.
Pon atención a la manera en que los perros reaccionan entre sí. Si un perro está enviando señales que el otro está ignorando, es tiempo de intervenir. Un ejemplo común es cuando un perro está jugando de manera muy brusca e invadiendo el espacio del otro o apurando su presentación cuando el otro aun no está listo. En muchas ocasiones el perro que está gruñendo es de hecho el más cortés porque está señalizando " ignoraste mi primer señal de que no me gusta lo que haces así que cálmate o tendré que ser más rudo!".
Si el otro perro ignora esta última señal es tiempo de intervenir y hacerle ver que debe prestar atención a la advertencia que le están dando.
Paso 5: Tener un espacio para descansos en solitario
Si tu perro actual aún no está seguro de la nueva adición a la familia, ten un espacio seguro en casa como un colchón para perros, sofá, esquina o cuarto donde pueda ir a descansar solo sin que le molesten. Ayuda al nuevo perro a entender que el otro perro no debe ser molestado cuando está en su espacio. Puedes hacer esto involucrándolo en alguna actividad o simplemente teniéndolo con una correa junto a ti. Con esto crearás buenos hábitos y le darás la oportunidad al viejo perro de que socialice cuando lo desee y así no se sentirá molesto o frustrado con la nueva compañía.
Recuerda que se trata de tu hogar y debes ser un líder justo, confiable y consistente. Los perros funcionan mejor como manada cuando hay alguien a cargo.
Por último tene en cuenta que algunas veces los perros, como los humanos, no pueden ser los mejores amigos. Si en algún momento no sabes cómo proceder contacta a un entrenador profesional para que te ayude a evaluar qué está pasando y tomes la decisión apropiada para que no pongas en riesgo la integridad de los miembros de tu familia ni de tus mascotas.