Llega fin de año y todos hacemos un balance de cómo nos fue. Qué hicimos, qué no, las decisiones que tomamos, acertadas o erradas, y también renovamos esperanzas para afrontar el 2017 con más energía que el año anterior. Si bien esta introducción no tiene mucho que ver con la historia del nene con el perro, personalmente pienso brindar por un año donde todos busquemos ayudar a los que más lo necesitan.
La calle los unió.
La foto se viralizó hace algunas semanas, y además de demostrar el infinito amor que los perros sienten por nosotros, me partió el corazón ver cómo a pesar de vivir en el siglo XXI todavía haya gente que tenga que pedir para comer. Creo que la infancia es la época más pura para disfrutar de la vida, donde se ven los rasgos más inocentes de una persona y es el momento en que uno solo tiene que pensar en disfrutar.
Es imposible ponerse en la piel de ese niño porque él solo sabe cuánto debe sufrir todos los días, pero de mi parte prometo seguir con el compromiso de ayudar a mejorar el futuro de los cientos de niños que sufren esa misma situación. Espero que esta foto toque el corazón de más personas. Entre todos podemos tener un mundo mejor.