En ocasiones pensamos en que la corrupción es un problema de los estados y de los países. Que tiene que ver con empleados burócratas que quieren obtener algo a cambio por hacer su trabajo.
Hoy en día la situación es más compleja, ya que se han perfeccionado los mecanismos de estafa y evasión. Veamos algunos casos que están resonando en Latinoamérica: Brasil y Argentina.
En ambos casos hay una demanda social, que exige una mejora en las condiciones de vida.
En Argentina la corrupción es muy difícil de calcular, pero las empresas de Lázaro Baez, constituídas casi integramente gracias al capital entregado por el estado, y cuyo crecimiento es difìcil de explicar:
1.200 %: Es lo que incrementó en cinco años su patrimonio declarado, esto consta en la causa Hotesur. Pasó de tener 5.439.641,32 pesos a declarar 66.851.903. Solo en 2010, posicionado como el principal adjudicatario de la obra pública en el sur, prácticamente duplicó su patrimonio. Inició ese año con $34 millones y cerró con un patrimonio de $66.160.762. (Clarin.com)
En Brasil, en cambio, lo que ocurrió fue diferente: Petrobras, la empresa estatal mas grande del mundo, y la esperanza del Brasil 2020, se ecuentra arrojando resultados negativos desde hace casi dos años.
Hoy según el medio América Economía es la empresa más endeudada del mundo, y las consecuencias del Petrolao están destruyendo su reputación.
En este particular contexto, el empresario argentino Marcelo Mindlin de la mano de su grupo Pampa Energy se ha hecho de las acciones de Petrobrás Argentina en una trama de sospechas que incluye una venta autorizada por un directorio saliente y condimentos con todo el picante de la era Kirchnerista.
Sólo queda decir que en las oficinas brasileras de Petrobrás el ex director
Paulo Roberto Costa, señalo insistentemente la conexión con el gobierno Kirchnerista: supuestos sobornos a Jaime, participación del ex ministro De Vido, la compra fraudulenta de Transener con participación de Cristobal López y posteriormetne la compra de la filial argentina a manos de Marcelo Mindlin.
Hay muchas hipótesis para analizar en manos de la justicia, y solo nos queda preguntarnos:
¿Por qué compra un empresario una empresa quebrada y con semejante daño reputacional? ¿Ocultar? ¿Reducir ¿Desaparecer?