No se puede creer que un gobierno votado por la por el 52 por ciento de los votos, donde se incluye gran parte de los jubilados, la clase media y casi toda la clase alta del país, genere tanto odio.
Al parecer el pueblo que apoyó a Cristina tiene la culpa de todos los males del país. Pero ahora, los tarifazos, la inflación, las cuentas en el exterior, la riqueza acumulada en el campo, son decisiones de este Gobierno. Cuando se vayan nos dejarán un país devastado.
Lo que mas me entristece es que los jovenes, los jubilados y las personas más necesitadas son los que más sufrirán las políticas macristas, las cuales atentan contra la igualdad en la distribución en la riqueza. Ganó con el voto popular, pero el parlamento debe ponerle un freno.