Dos cachorros fueron abandonados juntos, en China, y a partir de ese momento, su amistad se volvió inseparable. Un monje budista los encontró y los adoptó. Cuando llegaron al templo, los perritos no pararon de abrazarse. "Llegaron al templo juntos, y el más grande protege al más pequeño, que es el más terrible, pero también el más asustadizo", afirmaron los budistas.
Ambos fueron encontrados deambulando por las calles de China. En el país asiático los perros callejeros de no ser adoptados, no tienen un buen futuro: el gobierno los asesina. Miles de personas han aprovechado la viralización de la noticia para denunciar el abandono y el maltrato animal.
Los cachorros se abrazan constantemente
Estos dos cachorros han emprendido una aventura juntos desde el comienzo, y ahora en el templo estarán más juntos que nunca. Cuánto debemos aprender los humanos sobre protejernos unos a otros.