Gabriel Marshall fue operado de un tumor, luego de que en 2015 se le detectara cáncer de cerebro. Como consecuencia del procedimiento quirúrgico, al nene le quedó una cicatriz en la cabeza que afectó su auto estima. Para levantarle el ánimo su padre, en un increíble gesto de amor, se tatuó la misma cicatriz en su cabeza.
"El padre del año", es el hashtag con el que las redes felicitan a John Marshall, padre de Gabriel. “A mi hijo le dije que si la gente quería quedarse mirando, que podrían hacerlo viendo nuestras dos cabezas”, contó John.
Además, ambos recibieron el premio "Mejor cabeza calva" que entrega la fundación St. Baldricks. La competencia es para hombres que se afeitaron la cabeza para generar conciencia y recaudar fondos para las familias de niños que luchan contra el cáncer.