Luego de ser torturada y maltratada por años, Nora fue adoptada por una familia que le dio un hogar y mucho amor para que se recupere. A pesar de los incesantes intentos para que la perra se relaje, sólo Archie, un bebé recién nacido fue capaz de acercarse a ella.
"La perra sufrió maltrato por mucho tiempo. La clave para su recuperación fue mi hijo recién nacido: son inseparables desde el momento que se conocieron", relató Elizabeth, quien documentó cada momento de la mejora de Nora.
En la casa también hay gatos, y una vez que Nora pudo adaptarte a la convivencia, abrió su corazón con el resto de la familia.
"El amor es mutuo Archie también la adora, es con la única que duerme la siesta, siempre bajo mi supervisión", finalizó Elizabeth.