15 Julio de 2016 11:47
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Glenn Turner, un joven australiano, se topó con un joven canguro que, en el afán de comer hasta el último pochoclo, introdujo su cabeza dentro de la bolsa, y luego: ¡No pudo sacársela!
Glenn lo persiguió con cuidado (los canguros suelen atacar con patadas a los humanos que se acercan) y luego de que el animal se choque con su auto, pudo retirarle la bolsa de la cabeza.