15 Agosto de 2016 09:25
Los nervios, la ansiedad o la emoción, tal vez fueron los sentimientos que llevaron a Nadezhda Bazhina, a protagonizar el peor clavado de Río 2016 y, tal vez, una de las performance más flojas de la historia de los Juegos Olímpicos.
A pesar de haber caído casi de espaldas, la rusa tuvo otros dos intentos que al menos le sirvieron para no terminar última: finalizó en el puesto 26 de 29 participantes.
Sin embargo, se la recordará por siempre como el peor salto de los Juegos Olímpicos de Río 2016.