Aunque el tarifazo de la luz llegue a la estratósfera el servicio que brinda “Edesur” sigue siendo paupérrimo. Y así van los argentinos caminando por sus casas mientras la luz se va apagando a sus espaldas como si , los mismos, fuesen protagonistas de una gran película de terror global.
Los cortes de energía eléctrica no solo provocan enormes problemáticas y gastos económicos. Por un lado, al cortarse la cadena de frío, los alimentos de heladeras y freezers son automáticamente desechados. Como así también, cualquier tipo de medicamento cuya conservación requiera frío.
A su vez, niños y ancianos pueden descompensarse y requerir ayuda médica debido a los golpes de calor provocados por el abrasador verano. No olvidemos, que con la falta de energía, los ascensores de los edificios quedan sin funcionamiento lo que hace imposible una inmediata evacuación de las personas que padecen algún problema de salud ocasionado por las altas temperaturas.
En conclusión, miles de argentinos a oscuras esperan una solución y la estabilización del servicio. Ni siquiera, los bichitos de luz se hacen presentes para iluminar un poco el panorama.
¡Argentina país generoso!