Tal vez sea muy inocente, pero esa sería mi primera conclusión: “al tipo..le explotó la cabeza por la culpa de haberse quedado con plata sucia y su manera de redimirse fue entregándola a las monjas”.
Pero obviamente, no alcanza con eso para redimirse.
No soy ni psicóloga, ni religiosa ni nada, simplemente curiosa. Me da una curiosidad increíble saber ¿por qué fue ahí? ¿por qué no la dejó en otro lado?
Si su fin era simplemente hacerla desaparecer ¿Por qué no se la dio a otros ladrones, o a narcos o simplemente la dejó en la calle para que la gente la agarrara? ¿en un container de basura de algún vecino? ¿una gran fogata en medio de la playa?
Tal vez necesitaba sentir que estaba, por primera vez, en mucho tiempo haciendo alguna obra de bien, una obra solidaria. Y tenía que hacerlo de noche, de forma anónima, para que nadie viera - excepto su conciencia- quién era el “malo” que dejaba el vil dinero en un lugar cuasi santo.
¿por qué un convento con monjas (y dicen que son de clausura! - de las que no hablan-)? ¿sería por que éstas monjas son las únicas que no buchonean por su compromiso de no hablar con el mundo? ¿No se animó a confesarse ante un cura hombre y dejar los bolsos en el confesionario?
Evidentemente él necesitaba hacer alguna obra de bien. Pero de nuevo, no alcanza para arrepentirse. Me parece que sólo le va a alcanzar para tomar una dosis menos de tranquilizante, al no ver las pruebas del delito tan cerca suyo.
Hasta acá mi mirada inocente.
Pero, si me pongo a pensar en miradas oscuras y perversas, seguramente llegue a otra conclusión: Que en el convento había algún túnel secreto que conectaba con algunos colegas de José, malvivientes como él que, luego se encargarían de llevar el dinero a buen puerto.
Queríamos ficción, tenemos ficción.