13 Enero de 2017 10:37
Racing e independiente no solo tienen en común el barrio o que sus estadios estén divididos por una calle, también tienen una característica compartida: No son regulares a la hora de mantener un cuerpo técnico. ¿Sera esta la razón por la cual no pueden encontrar un estilo de juego?
En los últimos tiempos los dos clubes de Avellaneda han sabido reforzar sus planteles con grandes jugadores, Para muestra basta un botón: Independiente rompió el mercado pagando la cláusula de recisión de Maximiliano Meza a Gimnasia y Racing repatrio a Lisandro López. Sin embargo ninguno de los dos logro encontrar la regularidad necesaria para poder concretar los objetivos deportivos que se plantaron al comienzo de cada temporada.
Luego del descenso del rojo y de una seguidilla de malas campañas de la academia las cosas fueron ordenándose, incluso Racing logro salir campeón. Sin embargo en poco tiempo en lo deportivo ninguno consiguió concretar sus metas ¿Qué es lo que no se lo permite? Hagamos un repaso: Ambos clubes de apoco están adecuando sus cuestiones económicas aún les falta bastante, particularmente a Independiente, pero en lo dirigencial el timón parece haberse enderezado. El plantel tampoco parece ser un problema ambos tienen una gran Plantilla y todos sus puestos bien reforzados.
Si desde lo institucional las cosas están mejorando y en lo futbolístico hay jerarquía ¿Cuál es la cuestión que les impide a los clubes de Avellaneda ser competitivos y conseguir resultado? La respuesta es sencilla: Ambos equipos han sido una maquina picadora de entrenadores.
Para ser honor a la verdad el fútbol, como decía el gran Dante Panzeri, es la dinámica de lo impensado por ende los artífices y creadores son los jugadores. Teniendo en cuenta esto es necesario saber que el rol del entrenador logra importancia desde otro lugar que si bien no tiene el protagonismo y el factor de decisión de los jugadores su lugar es preponderante.
Es el entrenador quien debe garantizar la estabilidad del equipo, saber encontrar el equilibrio entre la autoestima y la personalidad del jugador, absorber la presión y darle al jugador las herramientas necesarias para hacer explotar sus virtudes. En otras palabras el entrenador es quien debe crear las condiciones para que el conjunto encuentre un sello que caracterice el estilo de juego, que es lo que le permitirá al equipo encontrar la regularidad necesaria para ser completivo.
Tanto Racing como Independiente no han logrado resultados como consecuencia de no brindarle ni el tiempo ni el contexto necesario a los DT a quienes fueron cambiando al ritmo del ánimo del hincha. Además agreguemos otro dato: cada uno de los entrenadores que fueron contratando eran de características muy diversas lo que empeoraba la falta de identidad de juego de los planteles.
En estas cuestiones Independiente está más complicado que su eterno rival, desde su vuelta a primera pasaron por el banco del rojo De Felipe, Almirón, Pelegrino y Milito. Todos con características y esquemas de juego diferentes. Almirón fue quien más proyección tenia, pero la dirigencia al compás del hincha no le garantizo el tiempo de trabajo, Tras su paso por Independiente Jorge Almirón desarrollo su idea en Lanús y término siendo campeón. Mientras que los de la academia luego de pasar un periodo de inestabilidad Encontraron la regularidad con Diego Coca con quien no solo lograron el campeonato sino que después le ganaron la liguilla para ir a la libertadores a Independiente Tras la salida de Coca empezó la danza de Entrenadores Saba, Ubeda y Zielnsky. Ninguno consiguió resultados y a ninguno se le dio el respaldo necesario por porte de la dirigencia.
Hoy tanto Independiente y Racing comenzaran una nueva temporada con nuevos entrenadores La academia con la ansiada vuelta de Diego Coca, Independiente con Ariel Holan. Nuevamente debemos decir que Racing sigue siendo el mejor posicionado ya que Coca tiene espaldas anchas en el cilindro. Holan es un gran entrenador pero que necesita tiempo para generar su idea. Dependerá ahora de la paciencia, siempre necesaria, en la hinchada y la dirigencia para que ambos equipos puedan ser competitivos.