22 Abril de 2016 15:32
Se acuerdan de tiempos atrás, cuando no existían las redes sociales, ¿todos los mandatos que teníamos? Impuestos socialmente, por nuestras familias, vecindario, barrio, pueblo o ciudad, si, esos tales como que si no te casabas antes de los 30 eras una solterona o que las mujeres decentes no tenían relaciones sexuales antes de casarse, que las madres debían quedarse en casa para cuidar a los chicos, etc.
Todos esos pre conceptos que nos taladraban la cabeza desde chicos y que ahora quedaron obsoletos, hoy en día tienen una nueva forma, con nuevas premisas y nuevas maneras de llegada a nuestra mente: las redes sociales.
En las redes circulan cantidades de imágenes con frases, memes y fotos mostrando actividades, todo con objetivos claros: decir que está bien y que no. Hemos aprendido nuevas palabras como "Resiliencia", hemos visto que practicar running y exigir al máximo tu cuerpo con los ejercicios físicos es salud, que viajar abre la mente y quien se queda inmóvil muere lentamente, que no conoces lo que es el verdadero amor hasta que no tenes hijos, etc.
Todos alguna vez hemos publicado en algún momento de nuestras vidas este tipo de "enunciados inspiradores", de lo que es correcto hacer como un “nuevo mandato social” y si no lo haces estás perdiendo el tiempo, desperdiciando la vida.
Pero yo me pregunto: si luego de haber tenido un golpe duro de la vida, después no me levanto fortalecida, sino que la vida sigue exactamente igual que antes, ¿no cuenta como resiliencia?
Si a mi me gusta hacer ejercicio para despejar la mente y mantenerme en forma, pero jamás me exigiría al máximo, porque vamos... Prefiero pasarla bien y no andar adolorida al otro día, ¿está mal? ¿Y si el día que no tengo ganas de hacerlo no lo hago? ¿Soy una vaga? Ah, y si no me anoto en los 10k para subir la fotito a las redes, ¿no promuevo la salud?.
¿Y si, a mi no me gusta viajar? Aunque cuente con el dinero para hacerlo y no viajo, ¿voy a estar condenada a una vida chata y con la mente cerrada? Si me aburren las 12 horas de avión y el caminar todo el día sacando fotitos me da fiaca, ¿no sé disfrutar de la vida?. ¿Si prefiero pasar en mi pueblo haciendo diferentes actividades no cuenta como esparcimiento?.
Este mandato que sigue es mas bien triste... ¡Si no tenés hijos! Porque teniendo pareja no se pudo, o no encontraste la persona con quien formar una familia, o si lo encontraste pero a una edad que ya no podés tener hijos y lamentablemente no tuviste la plata para congelar óvulos, o te cansaste de estar en lista de espera para adoptar o simplemente no quisiste, y te conformás con el amor de una pareja y el de tus mascotas... Ah, no pará, eso no es el amor más puro... ¡Cierto! No es un hijo.
Todo el mundo habla de que los bienes materiales no se llevan a la tumba, bueno señores, los recuerdos tampoco ¿o alguien vio a un muerto recordar momentos y sonreir?. Por lo pronto y estando viva prefiero escribir esto desde mi cómoda casa, que compre por no gastar el dinero en viajes por Europa, ni pagar a un personal trainer para sacar el máximo potencial de mi cuerpo, ya que lo mío es la caminata al aire libre, y como todavía no pude tener niños a los que malcriar he podido ahorrar, y si!, lo disfruto, si, así, en contra de todos los mandatos sociales de las redes.