Las familias de California se llevaron una grata sorpresa cuando visitaron el lago Tahoe (California, Estados Unidos): una familia de osos no aguantó el calor y, sin ningún problema, se metieron en el agua, a pesar de que había varias personas a su alrededor.
Los bañistas mantuvieron una distancia prudencial para que los animales no entren en pánico. Varias personas se acercaron a grabar, sacar fotos, y hasta los más aventurados, que paseaban en bote, intentaron grabarlos de cerca.
Luego de pasar varios minutos dentro del lago y terminar de refrescarse, los osos se fueron al bosque tranquilos y contentos.