01 Noviembre de 2016 15:22
A Vicky Xipolitakis una diseñadora argentina radicada en Estados Unidos la acusó de copiar su “invento” de una línea de bombachas caracterizadas porque se pueden escribir con marcador las más ingeniosas frases o dibujos y que tenía registrada en Estados Unidos.
Hernán Caire que le recordó a Dalma Maradona que junto a un socio tienen registrada la marca “Oiga” y que la hija del Diego había utilizado esa palabra como estampado de una remera. Evento que siguió jocosamente por redes sociales.
Hace no mucho tiempo surgieron algunos conflictos en la farándula que involucraron a lo que técnicamente se llama “propiedad industrial” y que en diferentes oportunidades se habla casi como sinónimo de “marcas” o “patentes”.
Sin entrar en el detalle de cada caso, es bueno diferenciar que no todo es lo mismo a la hora de hablar de “cosas” que salen al mercado y la manera que hay de proteger esas “cosas”. Así, no toda palabra es una marca, ni todo diseño lindo es un invento. Las creaciones de las personas tienen protecciones diferentes bajo un gran paraguas que es el de la “propiedad industrial”. Y lo que se protege es el derecho a que otras personas no utilicen, sin autorización, esa creación protegida.
Las formas más conocidas de proteger la creación del hombre es la “marca”: palabras, dibujos y logos entre otros que sirven para distinguir un producto o servicio que se ofrece al mercado. El “invento” se protege con el derecho de “patente” cuando es una creación del hombre que no existe ni existió en ningún lugar del mundo (fue así la Birome) y por último los “modelos o diseños industriales” que protege a los objetos que tienen una forma o aspecto que lo hacen más estético (por ejemplo modelos de anteojos).
Algo importante y como regla general: las protecciones son validas única y exclusivamente en el país donde se realizó la protección. Si una marca, o un modelo industrial no fueron registradas en Argentina, entonces cualquiera puede hacer uso de esa marca o modelo.
Abogado