22 Agosto de 2016 09:23
Matías Ferrario, un súper chico que se consolidó en el programa de televisión “Combate”.
A los 23 años podría estar haciendo una vida normal, quizá sentado en un aula rindiendo algún parcial en la facultad, pero no. “En la vida hay que tomar decisiones y, aunque uno lo desee y quiera, no se puede hacer todo”, deja en claro Matías. Es por eso que Matt, como lo llaman sus allegados, está confiado que uno suele pasar por varias etapas cumpliendo distintos roles, pero se debe ser auténtico toda la vida.
Matt era un chico común y corriente oriundo de Belgrano que al terminar el secundario a los 18 años optó por seguir una profesión. Bancado por sus padres, se inscribió en una universidad privada para convertirse en licenciado en Marketing hasta que por motivos personales decidió dejar la carrera y dar un vuelco en su vida.
Él sabía que había algo que lo llevaba a seguir otro camino pero que a la larga iba terminar vinculado a aquella carrera: a ese algo, él lo llama “la fuerza”. Empezó a incursionar en el mundo de la moda a pesar de que no tiene la altura de Iván de Pineda. Matías tiene actitud y eso bastó para que decidiera realizar varias producciones y presencias en boliches, para posicionarse dentro de ese mundo.
Mientras tanto, la primera generación de Combate ya estaba en curso, pero esa fuerza de la que tanto habla Matt aún no lo convencía del todo. Hasta que en la segunda temporada del programa decidió presentarse al casting. “Fui y quedé. Siempre me inculcaron el valor de los estudios pero decidí meterle todo a esto y me fue muy bien. Mis viejos, al ver que lo disfrutaba, empezaron a poner más fichas en mí”, confiesa.
“Combate me cambió la cabeza, fue una experiencia única e irrepetible, me fue muy bien por toda la garra y entrega que tengo, pero realmente por ser como soy”.
Estas apariciones en televisión suelen abrir muchas puertas: “Estaba decidido en hacer lo que me gusta, en formar parte del mundo artístico”, afirma. Matt decidió dejar el estudio y dedicarse a pleno a la actuación e invertir en mejorar sus capacidades para el canto. Esto lo llevó a participar en televisión, como en Educando a Nina, y en cine, en la reciente película que tiene como protagonista Lali Esposito,Permitidos.
La fuerza de la que me hablás nunca la entendí.
La fuerza es la que me envía mi bisabuelo Florindo Ferrario. Fue un actor muy conocido en su época, trabajó en cine y radioteatro. La raíz artística es la que siempre me persiguió y es como una fuerza que me llevó a todo esto.
¿Cuándo nace Súper-Matt?
A raíz de Combate, creamos este personaje y me dio una gran mano para encontrar una identidad dentro del mundo artístico. Es un poco loco, un poco soñador y todo lo puede.
¿Quién es realmente Matías Ferrario?
Soy auténtico, como me muestro, uno siempre tiene algo que no puede mostrar, pero realmente soy bastante original. Soy frontal, muy analítico de las personas, esto hace que no me entregue así de una a mis amigos o a una mujer para un noviazgo, pero cuando lo hago, soy de fierro y fiel.
Con respecto a la fama, ¿se modificó algo de tu esencia?
Me convertí en una persona mucho más solidaria. Con ganas de escuchar al otro, sacarle una sonrisa, que se diviertan conmigo. No me creo la fama, pero sí la uso para beneficiar a los demás. Quiero ser un líder positivo, proactivo con ganas de mejorar lo más que pueda este mundo en el que vivo.
¿Qué es lo que se viene para Matt?
Cerré con dos obras de teatro, así que voy a estar formando parte de dos maravillosos elencos. Una se llama Stocker deJuan Paya, y la otra es Especialista en señoras en la cual tendré el honor de trabajar y estar en el regreso a las tablas de Santiago Bal junto a Rocío Marengo, Valeria Degenaro,Nino Dolce, Magali Mora y Pamela Pombo.
De un estudiante común a tener su lugar en el mundo artístico. Matías Ferrario parece ser un superchico con sus objetivos claros y un mundo por conquistar.