Llego el día que muchas esperaban. El día de que las iban a escuchar, a comprender de que lo que esta sucediendo tiene que tener freno y ya. El punto de encuentro eran las calles Colón y Cañada, centro de Córdoba. Las personas en grupos llegaban antes del tiempo establecido que era a las cinco de la tarde. Banderas, remeras, panfletos y carteles se hicieron leer, algunos protestando, otros con víctimas de la violencia de genero. Medios y fotógrafos por todos lados, yo, con unos auriculares y una tablet informando, a su vez salia al aire en la radio de La Cumbre. En el centro de la misma, mi compañero informaba la gran cantidad de personas presentes. Me toco hacer un par de notas a familiares de víctimas y fue ahí donde por un tiempo corto sentí la idea de esta marcha. Enredados entre palabras y lágrimas, me contaron sus historias y me sentí a su vez compañero de su tristeza. ¿Hay que mover a casi un país para que lleguen estos reclamos? Al parecer si. Políticos y jueces tartamudeando para aplicar una ley. Mujeres que mueren por “hombres” asesinos, celosos y tantos adjetivos que no lo puedo decir como yo quiero. Término la espera, se hicieron escuchar. Mujeres, hombres y muchos jóvenes, todos juntos marchando, gritando “Ni una mas”. Espero y apuesto que este mensaje llego a los de arriba, y bueno seria que actuaran rápido y cortemos esa cifra de mujeres asesinadas de la peor manera por el machismo. Soy hombre, pero con ideales distintos, no te hace macho ser mas fuerte físicamente,sino mentalmente. Vamos por una ley que ampare a estas guerreras de la vida.