Ya no será lo mismo la Selección argentina sin Lionel Messi. Se ha sido muy injusto con él, con críticas desmedidas y exageradas, colmadas de odio, sumado al exitismo característico de la sociedad argentina. Y así, nos hemos quedado sin un jugador maravilloso, que cualquier país del mundo querría tener en su equipo de futbol.
Lionel Messi podría haber defendido los colores de la selección de España, país en el que el club catalán Barcelona accedió a pagarle el tratamiento para superar su enfermedad hormonal que padeció durante la infancia. Su país natal, le negó esa posibilidad y aun así, desde el 2005 decidió vestir los colores de la celeste blanca. Como dijo alguna vez Carlos Tevez, “jugar en la selección es perder prestigio”, y el 10 fue la principal víctima de esa realidad que marco el “Apache”.
Mientras en el Barcelona es indiscutido, en su propio país se lo ha criticado con tanta demencia que irrita, con la innecesaria comparación con Diego Maradona, desmereciéndolo al tratarlo de no ser argentino y hasta recibir críticas por no cantar el himno. Insólito pero real.
Hemos pretendido que un solo jugador sea el salvador, en un deporte que se juega de manera colectiva. Nunca se ha hecho hincapié en la necesidad de armar un equipo acorde al juego de Lionel Messi, tal como lo tiene en Barcelona.
Se pretendió tener a un Messi brillante y maravilloso como lo hace en España, pero nunca los cuerpos técnicos han sabido rodearlo de jugadores acorde para alcanzar ese nivel. La selección argentina ha tenido técnicos que no podríamos afirmar con firmeza de su idoneidad, tales como Diego Maradona y Sergio Batista. Los campeones del mundo, venidos a técnicos en el periodo de Messi en la selección, fueron los momentos en el que hemos visto la peor versión del mejor jugador del mundo.
También se ha dudado de esta última definición. Cuestión que puede ser muy subjetiva, pero casi risorio en el caso de Lionel. Pero aun así, poniendo en duda el título de “el mejor jugador del mundo”. Es Messi, sin dudas el mejor jugador que dispone hoy (y hace tiempo) la selección argentina, quien hace jugadas distintas o por lo menos las intenta. Fue en la última final quien provoco la desestabilización del fondo chileno, hasta conseguir por si solo la expulsión de un rival en 15 minutos.
Hoy muchos argentinos vemos con tristeza este adiós, ojala Lionel Messi pueda rever su decisión y volvamos a verlo vistiendo los colores de la celeste y blanca. Necesitamos armar el futuro de la selección, el 10 puede conducir por el correcto sendero a las futuras generaciones que vista la camiseta argentina. Nunca sabemos cuando nuestro territorio volverá a brindarnos un futbolista con inmensa jerarquía.
Gracias por leerme hasta el final.
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