31 Octubre de 2016 10:10
¿Por qué nos enfermamos?
Inminentemente lo asociamos a algo viral o a las defensas bajas. Por costumbres y mandatos, es lo primero que interpretamos.
Y mas allá que muchas veces esa intuición sea la acertada, otras tantas (y mucho más aún) las enfermedades que se manifiestan en nuestro cuerpo están directamente relacionadas con nuestros pensamientos. ¡Sí!
Probablemente mucho no te sorprenda, porque de esto se viene comunicando y difundiendo demasiada información hace ya unos años. Desde la medicina tradicional, a la espiritualidad (de todo tipo y forma).
Pero claro, ¿así de fácil resulta ser que nos enfermamos? ¿Cómo combatimos en el momento, una enfermedad que nos declaran, que "su aparición se debe directamente a nuestro estado anímico"? ¿Cómo?
Aquí es cuando deberíamos reformular y/o alterar nuestros pensamientos mas profundos. Suena perfecto, suena encantado, sencillo y asequible. ¡Pero no! Lamento decirles que lejos de eso resulta ser algo efectivo de manera inmediata. ¿¡Un simple OMM!? ¡¿Unas cuantas respiraciones!? ¿Un día? ¿Unos días? ¿Una semana? ¡No!
Si fuera así tan fácil, nos apartaríamos todo el tiempo de aquellas situaciones, relaciones o emociones que nos damnifican en algún momento de nuestras vidas. Por cierto, ¡jamás recaeríamos en enfermarnos!
Sin embargo, sucede. A todos en algún momento nos sucede.
Aquí, les comparto de forma muy limitada, concisa y efímera, mi propia experiencia para enfrentar el ¿por qué nos enfermamos?
Inmediatamente, surge una exasperación y me persuado de que nada tiene que ver con la situación de mi vida que estoy atravesando. ¡Error!
Como nada de mi convencimiento resulta efectivo (porque la enfermedad persiste) la gente que me quiere me detalla las opciones que tengo para la búsqueda de nuevas herramientas. Me resisto, hasta que finalmente, comienzo la búsqueda por mi misma. (Existen muchos lugares y recursos, solo es cuestión de informarnos y estar seguros de que no sea nada engañoso).
Me comprometo, con dudas y miedos lógicos, pero me inicio a un nuevo camino que desconocía. Comienza a sentirse bien, porque mi mente me lo devuelve cuando hago mis prácticas con responsabilidad.
Reconozco que será un largo camino (depende de cada uno cuán largo y necesario) pero interpreto que de un día para otro, nada tiene solución. Mucho menos una enfermedad que se manifestó en mi cuerpo, por alguna razón. (que la conozco y admito con el tiempo).
En cierto período que avanzo, voy entendiendo y aceptando que debo resistir a los cambios que suceden. Suena metafórico, pero todo va prosperando "un paso a la vez".
Cuando pasa el tiempo, una necesidad infinita y enérgica, me incita a soltar.
Y a partir de aquí, puedo visualizar ¿Por qué nos enfermamos?
Porque nos abrazamos a problemas ajenos.
Porque renunciamos a los sueños.
Porque nos apegamos a un pasado.
Porque guardamos ciertos rencores.
Porque no perdonamos a alguien.
Porque estamos reprimiendo emociones.
Porque no estamos disfrutando lo que elegimos.
Porque estamos viviendo sin pasión.
¿Por qué nos enfermamos?
Reflexión
(No necesariamente, nos tenemos que enfermar literal, para considerar esta reflexión. Ya que no solo lo evidencia nuestro cuerpo, sino que los pensamientos se manifiestan tan perturbadores, que no estaríamos admitiendo nuestro desazón).