16 Marzo de 2016 16:10
Siempre escuchamos y hablamos de otras mujeres. A veces bien, pero la mayoría de las veces mal. Que si son despechadas, fáciles, infieles, locas, malas madres, etc. Siempre es más fácil criticar lo ajeno que hacer una autocrítica propia. Más de una vez estamos pendientes si el marido la engaño, si efectivamente durmió con la vecina. El mio dormía con la vecina,la panadera,la que cajera del supermercado... Un Vicuña más de la vida.
Nos metemos en la intimidad de las parejas. Muchas veces somos las causantes de romper matrimonios. Sin importar a quién lastimamos y a quién podemos dañar con nuestras actitudes. Como una amiga mia, que estaba con el marido de otra. No va más la "desentendida" que se queda embarazada del "sonso". Finalmente tuvieron que aclararlo. Lloraron, lloramos, lloré y ella lloró aún más. Resulta que la señorita embarazada, luego de nueve meses lo tiene y después de dos, se separa. Ella siempre dijo que no lo amaba.
Entonces, me pregunto: ¿para qué estuvo con él?. En la vida hay que tener códigos.