07 Junio de 2016 17:54
Pretendemos que no nos maltraten, ni física, ni emocional ni económicamente. Creemos que “a mi no me puede pasar”.
Pero ¿cuánto sabemos realmente de maltrato? Poco. Muy poco.
¿Cuán conscientes somos de las situaciones de violencia a las que estamos expuestas?
¿Cómo podemos pretender que no nos “violenten” otros cuando ni siquiera nosotras sabemos identificar las distintas formas en que se disfraza el “amor” para manipularnos, dominarnos y someternos?
¿Cómo pretender que nos cuiden cuando nosotras mismas permitimos y naturalizamos que se pasen los límites (mínimos) del respeto?
Tan “común” se ha vuelto la violencia que la Organización Mundial de la Salud ha declarado que 7 de cada 10 mujeres en el mundo sufren o sufrirán algún tipo de maltrato.
Sin embargo, la mayor dificultad se centra en la detección temprana de la problemática ya que el círculo vicioso en el que nos sumerge una pareja maltratadora comienza siempre bajo pretextos y fundamentos que incluso en un principio nos enamoran más.
Quiero decir, el maltratador no lleva un cartel identificatorio en la solapa, y menos aún se reconoce como tal. Por el contrario, suelen ser personas encantadoras. Nos seducen haciéndonos creer que no pueden estar lejos nuestro ni un instante, se visten de protectores y nos “alertan” sobre las malas compañías, nos marcan nuestros “defectos” para que seamos mejores personas, nos quieren “solo para ellos”, nos valoran tanto que no quieren que pasemos el día fuera de casa bajo las ordenes de un jefe que seguramente “no nos trata como merecemos”.
Pero, puede resultar tan delgada línea entre el amor y el maltrato emocional que el resultado de ese “cuidado” puede concluir en el aislamiento, la dependencia económica, la destrucción de nuestro autoestima, la perdida de la propia identidad.
Las señales ¿Cómo saber si te maltrata emocionalmente?
Si salís con amigas te reclama por dejarlo solo o te tilda de “atorranta”.
Cuestiona la ropa te pones.
Minimiza tus sentimientos, tus preocupaciones, tus opiniones y pensamientos.
Te acusa por tu “extrema sensibilidad” haciéndote sentir que no tenes derecho a tener sentimientos.
Te critica tu trabajo, te controla los gastos, busca que dependas económicamente de el pero luego te hace mendigarle dinero, remarcando su autoridad.
Te piropea en público pero te ignora y te destrata cuando están solos.
Te aplica la “Ley de Hielo”, es decir, te evade, te responde sólo cuando el quiere, se habla sólo cuando él lo dispone o te deja hablando sola. No puedes mantener la comunicación directa, es sinuoso, impreciso, indirecto, no responde a tus preguntas, niega la existencia de conflicto generándote confusión.
Te descalifica y etiqueta de loca, ridícula, estúpida, dañando tu identidad y autoestima.
Te aleja de tu familia y amigos con pretextos amorosos y sutiles.
Sólo le importan sus objetivos obligándote a que te encolumnes detrás de ellos y deja de lado tus objetivos personales y los de la pareja.
Te chantajea emocionalmente, prometiendo pero sin cumplir.
Te critica tus costumbres, creencias, objetivos, metas, sueños, valores (esos mismos que antes él admiraba).
Te amenaza con abandonarte, con buscarse otra mujer, haciéndote creer que vos serás la responsable si eso ocurre.
Busca que estés en deuda con el, te hace creer que nadie te va a “aguantar” como él, que el resto de los hombres son “peores” y que por eso debés valorarlo, cuidarlo y soportar sus “errores”.
Te dice que sos lo más importante de su vida, pero en la practica siempre hay algo mas relevante y urgente, relegándote y fijando cualquier otra prioridad antes que vos, demostrando falta de compromiso con la relación (desplazamiento).
No se conecta emocionalmente con vos.
No te cuenta ni participa de sus planes, proyectos y su vida fuera de casa.
No recibes señales de aprecio o gratitud respecto de tus actos para con la pareja.
No hace demostraciones de afecto físicas ni verbales, se comporta fríamente, parece estar ausente aunque físicamente se encuentre a metros tuyo.
Genera en vos sentimientos de culpa, hagas lo que hagas todo le parece mal y no asume su responsabilidad en los problemas.
Te hace sentir incómoda en reuniones sociales “obligándote” implícitamente a que vos decidas no participar más de ellas para evitar sentirte de ese modo.
Te cuestiona la forma en que te educaron y te "muestra" otros modos de vida "mejores" que los que te inculcaron a vos.
Le quita importancia a tus logros personales o profesionales, te desmotiva y desincentiva para que no crezcas. No valora tus ideas u opiniones pero las valora si provienen de otra persona.
Si tenes un problema o necesitas su apoyo no podes contar con él. Sus asuntos son más relevantes e importantes que los tuyos , acusa falta de tiempo, cansancio o simplemente te pide que seas independiente.
Niega lo que dijo o reescribe la historia de lo sucedido para hacerte creer que su reacción fue motivada por una mala actitud tuya o simplemente para hacerte creer que estas “viendo fantasmas”.
Puede resultarte difícil, triste, duro y hasta incluso frustrante saberte víctima y reconocer que la persona que amas te maltrata. Pero no olvides que salvarte sólo depende de vos.
Llamá al 144. Atienden de manera gratuita las 24 hs., los 365 días del año.