Con 21 años, Sergio Celli formó parte de tres generaciones de Combate, el programa que se emite los fines de semana por Canal 9. Su ingreso fue inesperado, con la idea de trabajar como sonidista para aumentar sus prácticas fuera de la universidad, Sergio nunca creyó que su rumbo iba a cambiar. Hasta que, luego de 15 días, lo llamaron porque lo necesitaban para el programa como un participante.
Sergio se define como alguien sumamente sencillo, aunque lo consideren famoso, él se siente uno más. “Soy una persona completamente solidaria, me gusta serlo, así que uso esta posibilidad que la vida me dio para ver a mis seguidores felices, al menos eso intento”.
Hace seis meses que trabaja junto al reconocido productor Paul Ferreyra, y ambos forman una dupla inseparable, recorriendo el país conociendo a todas las personas que les escriben diariamente.
“A Sergio no lo conocía, me lo recomendaron y cuando descubrí la maravillosa persona que era, sin dudas acepté trabajar con él. Tiene mucho potencial, así que empezamos a armar este proyecto, que básicamente es viajar para conocer a sus fans para devolver un poco de todo ese cariño que le dan. Muchos artistas no saben reconocer esto, creen que están porque tienen que estar y no les importa”, relata Paul.
¿Hay alguna historia en especial que recuerdas?
Sí, y la historia es bastante triste. Una cellista que se cortaba y me mandaba las fotos de lo que se hacía. Sé que tiene problemas en su casa, con su familia, y yo desde mi lugar trato de ayudarla para que no lo haga más. No deja de ser una persona que está dañada y yo sé que a mí me escucha, así que aprovecho esto para tratar de que termine de lastimarse.
Desde las redes sociales, con más de 400 mil seguidores, Sergio siempre trata de transmitir un mensaje positivo, un mensaje que deje algo en la gente. ¿Qué te lleva a ser un vocero de los buenos valores?
Vengo de una escuela militar y los valores los tengo bien implantados. Así que desde mi lugar trato de colaborar para que se acabe el bullying. Y básicamente de esto se tratan mis juntadas, además de conocernos, charlar de lo que podemos hacer desde nuestro lugar. Hay que dejar de mirar nuestro propio ombligo y ver a los demás. Hay mucha gente con problemas. No voy a ser el gran cambio, pero sé que influyo a mucha gente y trato de hacer lo mejor.
Sergio confiesa que la palabra “amor” lo define completamente y deja en claro que a pesar de que haya gente que no crea que uno es bueno 100%, para él no existen los pensamientos negativos, ni con malas intenciones. No tiene ganas de lastimar a nadie y siempre que pueda dará las manos a quienes lo necesiten.