27 Junio de 2015 17:35

Cuando hablamos de “sexting” nos estamos refiriendo a la circulación de imágenes y videos con contenido sexual mediante el uso de dispositivos tecnológicos (teléfonos celulares, tabletas, entre otros).
Ese contenido varía de acuerdo la edad de quien lo emite y sus límites muchas veces son difusos pudiendo incluir desde una selfie - en pose sexy o provocativa con el objeto de agradar, ganar popularidad o seducir - hasta videos de sexo explícito. Sin embargo, en todos los casos se debe tener en cuenta que el uso que otros hacen de esas imágenes puede ser sumamente nocivo con cual resulta conveniente no subestimar las repercusiones ni olvidar que una vez enviadas posiblemente comiencen un proceso de viralización casi imposible de detener.
Un universo virtual difícil de imaginar
Es sabido que el avance de las nuevas tecnologías, su influencia en la vida cotidiana y el aumento de la participación en las redes sociales requiere de padres atentos, informados y capaces de acompañar el proceso de socialización de los mas jóvenes. Para dimensionar esta tendencia resultan interesantes estas estadísticas:
- El 85% de los jóvenes de 13 a 16 años tienen celular y principalmente lo utilizan para chatear y participar de las redes sociales
- Mensualmente, en Facebook, la red social por excelencia, se clickean 2400 millones de "Me gusta", se realizan 1100 millones de comentarios, se envían 615 millones de mensajes y se cargan más de 360 millones de fotos.
- 14 millones de argentinos acceden cada día a esa red social mientras que se calcula que 3 de cada 10 jóvenes de entre 12 y 17 años están conectados de manera permanente
- El 90% de los argentinos que tiene acceso a Internet posee una cuenta de usuario en Facebook.
La contracara
La información enviada pasa de manera instantánea a ser pública, perdemos el control y automáticamente dejamos en manos de extraños nuestra reputación. Sin embargo los riesgos derivados de la falta de conciencia y responsabilidad pueden ser aun mayores y concluir en sextorsión o grooming.
La sextorsión es una modalidad de explotación sexual por la cual se extorsiona o chantajea a una persona por medio de una imagen de sí misma que ha compartido a través de una webcam o cualquiera de los dispositivos utilizados para hacer sexting con el objetivo de obtener nuevas imágenes o incluso relaciones sexuales.
Mientras que el grooming consiste básicamente en ganarse la confianza de un menor a través de internet muchas veces utilizando perfiles con edades y nombres falsos con el fin de lograr concesiones sexuales como imágenes eróticas del menor. Este accionar es utilizado en muchas ocasiones como antesala para un abuso sexual.
Más vale prevenir
Los especialistas recomiendan la utilización de contraseñas seguras, extremar los recuados con el uso de cámaras web pero ante todo un análisis critico por parte de los adultos y su compromiso para concientizar y enseñar a los chicos a discernir sobre la conveniencia o no de las publicaciones que realizan.
Más información en http://www.jus.gob.ar/media/2912910/guia_sexting.pdf