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¿Tenés algunas de estas conductas?

02 Marzo de 2017 21:53

Miedo al contagio de gérmenes, acumulación de objetos, dudas constantes, sentimientos de culpa, son algunas de las características de las obsesiones de una persona que padece de un trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Entre el 2 y el 2,5% de la población se ve afectada pudiendo llegar a convivir hasta más de 30 años con el TOC  sintiéndose afectada su calidad de vida, a tal punto, de impedir que pueda salir de su casa como consecuencia del sufrimiento extremo.

La licenciada en Psicología y Pedagogía, Claudia Etkin, asegura que “un pensamiento se convertirá en obsesivo en tanto se repita de manera tal, que provocara comportamientos compulsivos como intentos de controlarlos”. El sujeto con el deseo de neutralizar esos pensamientos intrusivos recurrirá a estrategias inadecuadas o disfuncionales. Cuanto más intente de quitarlos de su mente, mas pensará en ello, produciéndose lo que se conoce como efecto rebote.

Ya sea pensamientos no deseados que causan angustia y malestar, la preocupación excesiva por la moral y religión, higiene y limpieza, la repetición de conductas con el objetivo de protegerse contra daños imaginarios, la verificación por miedo a hacer daño, o rezar reiteradas veces, son algunos de los tantos comportamientos compulsivos. La decana de la Facultad de Humanidades de la Universidad de la Marina Mercante (UdeMM), Etkin, manifiesta que “todos podemos tener alguna característica referida a estos pensamientos o comportamientos pero a diferencia de quienes padecen TOC, le asignamos una valoración tal que no perturbará el desarrollo normal de nuestras vidas”.

Se debe destacar que existe una predisposición genética para desarrollar los trastornos obsesivos compulsivos, estos que pueden aparecer a cualquier edad indiferentemente del sexo. En las mujeres se observan mayormente los pensamientos asociados con la contaminación o la limpieza, y en los hombres, los relacionados a la acumulación, la duda y el miedo. Sin embargo, algunas experiencias personales pueden inducir a que se active, como por ejemplo: la pérdida de un empleo, el posparto o una separación.

¿Cómo se trata el TOC?

Las investigaciones han demostrado muy buenos resultados que dan esperanzas a muchos. La terapia cognitiva, contribuye a provocar cambios en los patrones de pensamiento y conducta alterada. Es un proceso complejo que  requiere mucho poder de voluntad para adquirir la oportunidad de aprender herramientas para solucionar sus problemas en forma individual o en grupos con el fin de compartir  con otros  el mismo sufrimiento.

Una de las técnicas que se utiliza es la exposición con prevención de respuesta. Esta consiste en exponer al paciente a los estímulos temidos  previniendo la ejecución de los rituales. Por ejemplo, ante el acto de lavarse compulsivamente las manos se puede exponer al paciente a la suciedad, impidiéndole realizar el rito, lavarse las manos. Se mantiene esta situación hasta que la ansiedad del paciente disminuye de forma notable y puede aguantar la suciedad con un mínimo malestar. No es tarea sencilla ya que el lavarse las manos significa para la persona disminuir su ansiedad pero se trata de que entienda el costo de oportunidad: si se acostumbra a tolerar la angustia, el comportamiento compulsivo podrá desaparecer lentamente. Estas técnicas han demostrado ser efectivas cuando se cuenta con la mencionada voluntad y la evolución nos permite ser optimistas respecto al tratamiento de este tipo de trastornos de ansiedad.

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