Un nene jugaba en el patio de su casa cuando un perro se acercó y comenzó a morderlo, mientras lo arrastraba por el asfalto. El futuro del pequeño pudo haber sido mucho peor si el gato de su vecina no hubiese aparecido en escena para hacerle frente al perro.
"Tuvieron que ponerle varios puntos, la verdad fue un milagro. Estaré agradecida de por vida al gato que le salvó la vida a mi hijo", relató la madre del joven. Luego del incidente, Mike se recuperó, y las autoridades nunca dieron con el paradero del perro.