Somos muchas las personas que sufrimos de migraña, pero antes de continuar déjenme decirles que esto no es un “simple dolor de cabeza”.
La migraña, si bien comienza con un dolor de cabeza, consiste en ciertos cambios a nivel cerebro vascular, cuya intensidad puede variar y se focaliza en un costado, pero puede expandirse a toda la cabeza. Hay personas que tienen lo que se conoce como “aura”, sienten el dolor y a la vez observan manchas o líneas.
Quienes padecemos esto solemos tener además hipersensibilidad a la luz, los sonidos, los olores y hasta llegamos a tener nauseas, vómitos, diarrea. Esto puede durar desde horas hasta días.
Por tener esto somos estigmatizados, todos piensan que exageramos, que mentimos, que somos “vagos” (por que faltamos a veces al trabajo) y esto no hace más que aumentar nuestro dolor por la tensión y el estrés así como también la frustración. La migraña es una “enfermedad” de aparición episódica y en algunos casos crónica (se dice crónica cuando se soporta el dolor 10 veces al mes).
Cada cuerpo reacciona distinto es por eso que yo hablo de mi persona para no ofender o minimizar los padecimientos de los demás.
¿Quieren saber lo que es vivir con migraña? Les voy a contar mi experiencia:
Desde hace tres años esta “lacra” acompaña mis días, cada vez que aparece me frustra, me enfurece por que sé que va a estar para siempre al lado mío, ya que esto hasta el día de hoy no tiene una cura definitiva.
Cada vez que supero una de estas crisis vuelvo a mi vida diaria pero con la cabeza baja, como con culpa y siempre me hago la misma pregunta ¿culpa de qué? Si yo no pedí tener esto.
Lo único que puedo hacer cada vez que aparece es encerrarme en mi habitación recostarme, sin luz, sin sonidos, con hielo en la nuca, tomando la medicación recetada y solo esperar que pase en unas horas o días. Cuando pasa un día y el dolor sigue termino en alguna salita de barrio o en la guardia del hospital en donde me aplican un inyectable y ahí gracias a Dios se me pasa. Quiero que tomen conciencia, abran sus mentes y entiendan que esto a mi me quita vida, me saca mi buen humor, mi sonrisa porque me enoja, me frustra y hasta me da miedo.
Escribo esto porque dije ¡basta!, me cansé de tener que estar dando explicaciones, de sentirme culpable, de que no me crean y que piensen cosas erróneas de mi persona. Por eso mismo fue que investigue, leí, pregunte para poder estar hoy acá redactando esto y fue ahí que encontré un Proyecto de Ley presentado por la senadora Marta Borello que busca la inclusión de la migraña como enfermedad (esto también incluye los distintos tipos de cefaleas). Esta ley va a permitir que los pacientes tengan a su alcance la atención médica necesaria y la cobertura del 70% de los medicamentos. El proyecto cuenta ya con la aprobación del senado y aguarda tratamiento en la cámara de diputados para convertirse en ley.
Y ahora les pregunto ¿si ya hay un proyecto de ley, que más necesitamos para que nos crean?
No soy médica, tampoco neuróloga solo soy una docente de 28 años que trabaja de niñera que solo quiere que entiendan y comprendan lo que es “vivir con migraña”.
Mi migraña no es excusa, no es mentira, es una enfermedad episódica y discapacitante que afecta mi calidad de vida.