El 16 de octubre de 2004, el delantero argentino Lionel Messi debutaba de forma oficial en la primera división del Barcelona F.C., club con el cual pasaría a la historia y ganaría 35 títulos, siete balones de oro y seis botas de oro.
Para los argentinos menos interesados en el desarrollo de las competiciones futbolísticas europeas, fue una sorpresa su aparición y, a su vez, representó la posibilidad de ilusionarse con volver a tener al mejor futbolista del mundo, luego de que Diego Armando Maradona se retirara de la actividad en 1997.
Pero toda esa esperanza albiceleste comenzó durante esos ocho minutos donde ingresó como suplente en el clásico catalán que enfrentaba al Barsa con el Espanyol. El juvenil ya había jugado diferentes amistosos desde que había entrado contra el FC Porto el 16 de noviembre de 2003, pero todavía no había jugado partidos oficiales.
El primer gol
Messi hoy es el máximo goleador tanto en la Selección Argentina de fútbol como en el Barcelona. Pero su primer tanto con el club español llegó el 1° de mayo de 2005, cuando frente al Albacete, su gran amigo Ronaldinho le dio una asistencia para que la saeta rosarina se la tirara por arriba al arquero rival.
Su romance con la red en la Argentina tuvo que esperar algo más, ya que recién llegó el 1° de marzo de 2006, en un amistoso contra Croacia previo al Mundial de Alemania. Aunque el dato es mentiroso respecto a las glorias con la celeste y blanca, ya que como juvenil venía de salir campeón sub 20 en Países Bajos, siendo figura, balón de oro y bota de oro de la competición.
Su primer mundial
Bajo la conducción de José Pékerman, Lio integró el plantel que participó del Mundial de 2006. Allí metió su primer gol en el campeonato más importante, coronando el sexto tanto de la histórica goleada 6 - 0 frente a Serbia Montenegro.
Además, fue protagonista de su primera frustración con la camiseta nacional, cuando el entrenador lo dejó afuera durante el partido de Cuartos de Final frente al local, donde Argentina quedó afuera por penales.
Junto al Diego
En los siguientes dos campeonatos del mundo, el rosarino protagonizó muchos momentos muy emotivos para los hinchas. En 2010 fue dirigido por Diego Armando Maradona, quien fue el primer entrenador que lo corrió de la posición de extremo derecho, para colocarlo más al centro y más libre, como los clásicos enganches de antes.
Esto generó que la mayoría de las pelotas pasen por él, aunque no significó que eso le permitiera desarrollar su costado más goleador, ya que durante la convocatoria de Sudáfrica, el delantero no metió ningún tanto, aunque hizo figura a todos los arqueros que enfrentó.
Al final, la ilusión de ver a los dos mejores futbolistas de la historia argentina levantando la Copa del Mundo, se vio nuevamente frustrada por Alemania y su goleada 4 a o en Cuartos de Final.
Un karma con las finales
El Mundial de Brasil 2014 le permitió al astro argentino, de la mano de Alejandro Sabella, jugar su primera final del mundo en mayores. Pero al mismo tiempo comenzó un camino de derrotas en partidos claves con la celeste y blanca. Aquel plantel jugó mejor y no mereció perder, pero otra vez Alemania se quedó con la gloria y dejó a los argentinos con la plata.Este karma se repetiría al año siguiente y al posterior, cuando perdieron dos finales consecutivas en las Copas Américas de Chile 2015 y Estados Unidos 2016. Los comentarios, el bullying recibido por él y sus compañeros -hecho por los mismos ignorantes de siempre-, generaron que Lionel decida alejarse de la Selección el 27 de junio de ese año, lo que asustó a todos los fanáticos y fanáticas de la redonda. Aunque, como ya es sabido, fue una separación temporal.
Tridente MSN
Mientras tanto en el Barcelona pasaba su mejor momento futbolístico. Acompañado por el uruguayo Luis Suárez y el brasileño Neymar Jr, compusieron el famoso tridente MSN (por sus iniciales). Juntos los tres disfrutaban de un excelente compañerismo dentro de la cancha y un mejor vínculo fuera, donde eran amigos y compartían muchas cosas con sus parejas y familias.Su impacto en los resultados del equipo fue tal, que durante la temporada 15/16, entre los tres metieron 131 tantos, lo que significó un 77,05% del total de goles de todo su equipo durante aquel año futbolístico. Lamentablemente para esos cracks, en 2017 partió el brasileño a Francia y en 2020 dejaron sin contrato al uruguayo, que se fue a hacer de las suyas al Atlético de Madrid de Diego "el Cholo" Simeone.
Su salida al PSG
La salida de Suárez metió a Lionel en una espiral de enojos con la conducción de aquel entonces, del club de sus amores español. Los cruces por el contrato, las diferencias públicas y el cansancio acumulado, generaron que Messi se vuelva a reencontrar con su amigo Neymar en el Paris Saint Germain. Un golpe enorme para él y para los fanáticos y fanáticas que soñaban con que juegue toda su carrera en el equipo catalán.En Francia va por la Champions League que tantas veces él ya ganó, pero que nunca lo hizo su actual club. Junto a Kylian Mbappe y otros cracks en todos los puestos, es la misión que tiene puesta ante los rumores que hablan de que, cuando termine la actual temporada, volverá a su tan querido Barcelona.
La Copa América
La mala suerte con la Selección nacional se cortó -al igual que la racha de 28 años sin títulos oficiales- en la Copa América 2021, cuando en el Estadio Maracaná, y gracias a un tanto de Ángel di María, Argentina se consagró campeona frente a su archirrival Brasil. Fue una antesala a su último campeonato del mundo, el cual jugará a partir de noviembre en Qatar y el cual dijo que sería su última cita mundialista.La imagen de Lionel llorando luego del pitido final, y de todos sus compañeros yendo a abrazarlo a él, grafican lo importante que fue para todos los argentinos y argentinas que se levante ese título tan ansiado. Si de los televidentes hubiera dependido, también se hubieran ido a abrazar al astro argentino. Fue un título de y para todos, pero la mayoría quería que se gane por él, por el hombre que le devolvió a la Argentina la posibilidad de disfrutar al mejor futbolista del mundo.