La ministra de Deportes de Chile, Cecilia Pérez, finalmente confirmó en conferencia de prensa que la final de la Copa Libertadores entre River y Flamengo se jugará en el Estadio Nacional de Santiago el 23 de noviembre a pesar de que la ciudad ya lleva 12 días consecutivos de encendidas protestas contra el gobierno.
"Firme voluntad"
"El Gobierno nos dio el apoyo total para realizar la final de la Libertadores en Santiago. El fútbol puede ser una buena oportunidad para unir", señaló la funcionaria. "Le ratifiqué al presidente de la Conmebol, en nombre del presidente Sebastián Piñera, nuestra firme voluntad y compromiso de realizar la Final de Libertadores en nuestro país".El organismo máximo del fútbol sudamericano, mientras tanto, agradeció en redes sociales el "compromiso mostrado por el Gobierno de Chile para garantizar las condiciones de seguridad para la celebración de la Final Única de la Libertadores 2019".
La duda
Ya el martes la entidad futbolística había publicado en su cuenta oficial de Twitter la realización de una audiencia con Piñera y autoridades del gobierno para cerrar los preparativos del cotejo.
De todas formas, la duda continuaba sembrada ya que el presidente chileno había anunciado que su país finalmente no sería sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático ni de la reunión del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).