03 Noviembre de 2020 12:46
Durante la tarde del lunes y a tres días de haber cumplido los 60 años, Diego Armando Maradona tuvo que ser internado en una clínica de la ciudad de La Plata a causa de "un bajón anímico que afectó su alimentación". Según aclaró su médico personal, el neurólogo Leopoldo Luque, El Diez "está lúcido, orientado en tiempo y espacio, maneja los cuatro miembros pero se lo ve amarillo y un poco débil".
Por esta razón, sostuvo, decidió internar al actual DT de Gimnasia para aplicarle "hierro" y realizarle "hepatogramas", entre otros análisis. Uno lo internó para mejorar algunos aspectos, como por ejemplo la anemia que lo mantiene débil. A él le afectan las situaciones afectivas como a todo el mundo. La idea es hidratarlo bien, porque si quiere se para y se va. No es un cuadro grave", había explicado Luque ayer.
Pero este martes, a menos de 24 horas de la internación de Diego, Luque volvió a referirse a la salud del astro en la puerta de la Clínica Ipensa, ubicada en la calle 4 entre 59 y 60 de la capital bonaerense. "Diego está mejor, apuntamos a que su cuadro evolucione. Hoy caminó y se mostró bien de ánimo. La idea es que permanezca un par de días en observación para que pueda mejorar sus parámetros, aunque con él nunca se sabe", sostuvo.
Y agregó: "Está anémico y todavía lo noto deshidratado, así que hay que corregirle eso. Él está bien de ánimo; la idea es mejorarlo todo lo que se pueda. Estuvo caminando dentro de la clínica. El objetivo mío es que se quede hasta mañana. Pero él tiene autonomía y se quiere ir. Si el paciente está conciente, él lo puede decidir. Es un tratamiento a largo plazo y que se hará de forma ambulatoria. Pero puede trabajar cuando quiera".
El médico se preocupó en aclarar que si Diego lo desea puede irse a su casa aunque lo más aconsejable es que se quede internado para poder seguir más de cerca su evolución. "Diego es como se lo ve en la tele. A veces quiere verme y a veces no. Y ahora no me quería ver. Entonces ahora hicimos esto para tener un monitoreo aún mayor. Si quiere, puede ir a trabajar ahora, pero acá está controlado", remarcó.
Cabe recordar que no es la primera vez que Maradona cae en un pozo depresivo en lo que va de este 2020. De hecho, en junio el ex futbolista decidió recluirse en su hogar por la pandemia de coronavirus, desmotivado por no poder dirigir a Gimnasia a causa de la pandemia de coronavirus.
Su sobrepeso, sus evidentes problemas para caminar y la combinación de las pastillas que toma para la ansiedad o conciliar el sueño con el alcohol fueron un combo explosivo que repercutió en el ánimo del Diez. “Es una persona de edad, con muchas presiones en su vida, cumplió 60 años y hay que ayudarlo. Es difícil ser Maradona”, concluyó Luque, quien por estas horas es el encargado de la salud de Maradona.