Fue una paliza, de principio a fin. Enfrente, un equipo lleno de jugadores de la NBA que venía de ganarle a Estados Unidos. Pero la selección argentina de básquet sigue asombrando al mundo. Otra vez una actuación descomunal de Scola (28 puntos, 13 rebotes) y una gran tarea de conjunto del equipo de Oveja Hernández, que sólo estuvo abajo por 24/23 durante unos pocos segundos del juego. Ahora viene España, un clásico rival de la Argentina. Pero el básquet da revancha y el equipo argentino está afiladísimo.
Una defensa feroz y una gran tarea de los talentosos (Scola, Campazzo, Laprovittola ) fueron la clave de una victoria gigantesca. Era la semifinal del Mundial y no tuvo emoción: la Argentina manejó el partido en todo momento y mantuvo una ventaja amplia y merecida. Súperconcentrados, cortando la línea de pase de los galos en todo momento, con una gran eficacia en triples, los nuestros volvieron a romperla. Ahora intentarán llegar arriba de todo. Después de lo visto hasta ahora, ¿cómo no creer en este equipo enorme?