Esta vez, los penales no le dieron una alegría a la Selección. Después de empatar 0 a 0 con Chile en 120 minutos, perdió la definición desde los 12 pasos por 4 a 1. Por primera vez en la historia, los trasandinos ganaron la Copa América.
En el primer tiempo, Ángel Di María, uno de los mejores albicelestes, debió salir lesionado. Lo reemplazó Ezequiel Lavezzi.
Demichelis y Mascherano, la contención argentina.
En una etapa pareja, el local se plantó más arriba, con buena presión de los volantes. Argentina tuvo algunas chances de contra, pero sus jugadores fueron sistemáticamente frenados con faltas: los tres zagueros chilenos vieron la amarilla.
Cuando terminaba el primer tiempo, una buena jugada de Pastore por izquierda -con freno y centro atrás- terminó en un disparo franco de Lavezzi, que fue a la manos del arquero Bravo.
El complemento arrancó en una tónica parecida, aunque con el paso de los minutos los dos equipos cedieron terreno.
Messi no logró desnivelar.
La Selección centralizó el juego demasiado, sin que Pastore y Messi lograran desnivelar. Al final, una jugada entre Messi y Lavezzi estuvo cerca de terminar con el gol de Gonzalo Higuain, reemplazante de Sergio Agüero.
La media hora de adición dejó pocas jugadas de peligro, con los jugadores cansados y los penales acercándose.
En la tanda desde los 12 pasos, Chile fue infalible: convirtieron Matías Fernández, Vidal, Aránguiz y Alexis Sánchez. Después del gol de Messi, en Argentina fallaron Higuain (por encima del travesaño) y Banega (atajó Bravo).
Mientras en el estadio Nacional todo es alegría, la Selección de vuelve con la tristeza de no poder ganar este torneo en 22 años. El título de 1993 es demasiado lejano para un equipo que acumula decepciones.