24 Noviembre de 2018 13:03
El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, informó que la final de la Copa Libertadores se postergó para el domingo 25 a las, 17, luego de los violentos incidentes y las lesiones que recibieron los jugadores de Boca cuando llegaban al estadio Monumental.
Domínguez explicó que la decisión de postegar el partido se tomó luego de un pedido conjunto de los presidentes de los dos clubes porque no se encontraban los jugadores en condiciones de disputar el encuentro.
"Hubo un pacto de caballeros entre Boca y River, de que en estas condiciones se desnaturalizaba el juego", dijo Domínguez.
"Hay tres médicos que hacen la evaluación y lo hacen cada 35 minutos. Hubo gas, otros jugadores con lesiones. Uno no puede tomar una determinación inmediata, hay un protocolo. Ninguno de los dos cuadros lo quiere jugar por más de que se pueda jugar. Nosotros queremos lo mejor para esta final, tenemos invitados de toda parte del mundo y no puedo explicar esto", agregó.
Los incidentes
Lamentablemente, como sucede habitualmente en el fútbol argentino, la fiesta fue opacada por los violentos. El micro de Boca recibió piedrazos y proyectiles que le lanzaron algunos hinchas de River en el arribo al estadio Monumental, mientras algunos jugadores se vieron afectados por los gases que arrojó la policía para dispersar a los agresores.
Así fue el ataque al micro de Boca
El micro de Boca llegó por avenida del Libertador y allí se encontró con el público local, que arrojó diferentes elementos contundentes -como piedras, ladrillos y elementos punzantes- contra los vidrios y los rompieron, a la vez que las fuerzas de seguridad reprimieron a los simpatizantes con gases, lo cual afectó a los futbolistas visitantes.
Incidentes en el Monumental
Leonardo Jara fue uno de los futbolistas que recibió un corte debido a los proyectiles, mientras que Carlos Tevez, Cristian Espinoza y Mauro Zárate se vieron entre los más afectados por los gases de la policía, ya que llegaron con vómitos, con dificultades para respirar y picazón en la garganta, al tiempo que Nahitan Nández se mostró enojado por los problemas en el arribo.
"Son unos hijos de puta (sic)", gritó el uruguayo, quien acompañó a un afectado Tevez, que apenas podía respirar junto con otros asistentes. "Tiraron gas pimienta", esgrimió el delantero Darío Benedetto con la cara roja y una clara muestra de enojo.
Algunos de los jugadores de Boca
El corte en el brazo de Pablo Pérez.
Villa, con dificultades al respirar.
Almendra con nauseas.
A su vez, el volante Pablo Pérez y el defensor Carlos Izquierdoz coincidieron en que les tiraron "de todo" al micro. Luego de la declaración a los medios, Pérez le pegó a la puerta del vestuario en una clara muestra de enojo.
Entre tanto, el entrenador Guillermo Barros Schelotto ingresó con tos y no consiguió declarar ante las consultas de los medios presentes. Por su parte, uno de los vicepresidentes de Boca, Horacio Paolini, acusó a la policía de "liberar la zona" y tildó de "fracaso" del operativo en la zona.
"Es difícil de explicar lo que sucedió porque ha sido un episodio confuso, ya que ante las agresiones que recibimos la gente de seguridad decidió tirar gases lacrimógenos y como consecuencia se vieron afectados algunos jugadores", explicó César Martucci.
Así llegó Tevez al Monumental.
En esa línea, el ex secretario general del club "xeneize" remarcó que "No puedo dar precisiones del grado de la afección porque los jugadores entraron antes que nosotros al estadio". Hasta el momento los dirigentes de Boca, River y la Conmebol están reunidos en el despacho de Rodolfo D'Onofrio, a la espera del análisis del cuerpo médico del organismo sudamericano.