21 Julio de 2021 11:13
El mundo Boca está en llamas luego de la eliminación por penales contra el Atlético Mineiro por la Copa Libertadores en una serie que tuvo una gran polémica por el uso del VAR, tanto en la ida como en la vuelta en perjuicio del club argentino. Es que la bronca terminó con incidentes, peleas con la Policía, imputados y la duda sobre si Boca podrá seguir compitiendo debido a que se rompió la burbuja sanitaria como consecuencia de la gresca.
El escándalo se generó por el malestar de los jugadores de Boca por un gol lícito anulado al lateral Marcelo Weigandt a instancias del VAR que le hubiera dado al equipo la victoria y el pase a cuartos de final.
Con el partido empatado sobrevino la definición por penales que ganaron los brasileños y en los vestuarios el caos con agresiones cruzadas entre el presidente del Mineiro, Sergio Coelho, algunos jugadores y dos integrantes del Consejo de Fútbol, Jorge Bermúdez y Raúl Cascini.
Luego de una gresca generalizada con efectivos de seguridad, la policía brasileña imputó a los jugadores Sebastián Villa, Carlos Zambrano, Javier García, Carlos Izquierdoz, Marcos Rojo, al entrenador de arqueros Fernando Gayoso, al ayudante de campo Leandro Somoza y a Cascini. "Los incidentes se iniciaron porque un delegado de Conmebol denunció una agresión y después se debieron utilizar los gases lacrimógenos para disuadir la situación", justificó lo sucedido el miembro de las fuerzas de seguridad locales, Santiago Mayor.Ese comienzo de los disturbios se produjo cuando los futbolistas fueron a los pasillos del vestuario a reclamarle al árbitro uruguayo, Esteban Ostojich, quien a instancias del VAR anuló el gol legítimo de Weingandt a los 17 minutos del segundo tiempo, y luego la policía empezó a lanzar gases hacia la zona del ingreso del vestuario visitante.
En las imágenes televisivas también se ve como el presidente del Mineiro lanza una botella de agua a los jugadores de Boca que estaban del otro lado del vestuario en el medio de un caos general. La situación motivó la intervención del embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, quien se ocupó de asistir al plantel de Boca ante la posibilidad de que varios fueran detenidos.
Boca quedó eliminado en Brasil, luego de haber sido perjudicado en ambos partidos de la serie, ya que en el primero jugado en "La Bombonera" que finalizó cero a cero también a instancias del VAR se había anulado un gol lícito del mediocampista Diego "Pulpo" González.
La delegación "Xeneize" abordará un vuelo chárter a las 15 para trasladarse desde Belo Horizonte a Ezeiza. En principio, Boca tenía previsto emprender el vuelo chárter de regreso a la Argentina a las 23.15 de la noche del martes para llegar a Ezeiza a las 2.40 de esta madrugada, algo que no se produjo porque la delegación debió prestar declaración en la comisaría sin poder descender de los ómnibus para no romper la burbuja sanitaria.
Debido a la tardanza en las declaraciones y como el aeropuerto de Belo Horizonte cierra su actividad a las dos de la madrugada, la delegación debió pernoctar en la ciudad, y el regreso se pospuso para esta tarde.
Inmediatamente el problema escaló al punto tal de que directivos del club tuvieron que salir a hablar con posturas contrapuestas. El titular del Consejo del Fútbol de Boca, Juan Román Riquelme, cargó contra los arbitrajes.
“Estamos tristes. Dolidos. Esa es la verdad. Jugamos dos partidos muy serios, contra uno de los favoritos en la Copa. Boca fue merecedor en los dos partidos. Metió dos goles, ganó los dos partidos y quedó afuera. ¿Cómo se entiende?”, dijo en declaraciones a TyC Sports. “No nos dejaron ganar”, agregó.
“Acá no pasa lo que yo piense sobre si nos sacaron de la Copa o no. Esto es algo que sabemos todos lo que pasó. Es vergonzoso lo que pasó. Da tristeza lo que pasó. Yo me puedo hacer el boludo contestando alguna pregunta. Pero lo de hoy es vergonzoso. En el gol en la cancha de Boca no sabían cómo hacer para anular el gol. Una cosa lamentable. Los dos partidos fueron lamentables.”, remarcó.
Sin embargo las palabras de Riquelme de anoche tuvieron su correlato con uno de los rivales internos que tiene en el club; el ex vicepresidente primero y conductor Mario Pergolini que renunció enemistado con Riquelme por los manejos del fútbol profesional. “Cuando uno no salta, después hablar a las 2 de la mañana o hacerte el loquito a los golpes me parece que es una locura. Hay que charlar las cosas como hay que charlar”, afirmó hoy en su programa de radio.
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“Es lo único que voy a decir. Para mí el problema básicamente es que, primero, es una barbaridad. La verdad que es tan obvio, aunque no fuese una campaña, es tan obvio que da vergüenza. Me parece un poco que es una vergüenza”, concluyó.