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Boca y River, los grandes ganadores del año que termina

River, campeón de la Libertadores; Boca, campeón del torneo local y la Copa Argentina. La llegada de Tevez, Central como revelación, el torneo de Marco Ruben, los descendidos, los ascendidos, las Copas. Mundial de Clubes y Huracán que hizo historia. Un año futbolístico que se va.

31 Diciembre de 2015 12:27
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El año que termina es el primero sin Julio Grondona al frente de la AFA. El mandamás de la entidad rectora del fútbol argentino murió en julio de 2014, pero -aunque no pudo verlo en vida- concretó un viejo anhelo: un Torneo Largo, con 30 equipos. 

Julio Grondona murió en 2014, pero dejó el torneo de 30 equipos. 

En 2015, 30 equipos disputaron el torneo de Primera División. Eso significó que el Nacional B se partiera en dos grupos y que haya 5 ascensos por cada uno. Diez equipos ascendieron a la máxima categoría. Los más sorpresivos fueron Crucero del Norte, Aldosivi, Sarmiento o Temperley. Menos los misioneros, que terminarían descendiendo después de una campaña paupérrima, los otros equipos ascendidos hicieron dignísimas campañas.

El campeón

Boca salió campeón del torneo de 30 equipos. 

El primer semestre de Boca del año fue convulsionado. Comenzó como candidato a todo. La llegada del goleador internacional Daniel Osvaldo había ilusionado a los xeneizes, pero el muchacho se encandiló con las luces de la noche y sus fotos poblaron las revistas de chimentos. 

Daniel Osvaldo estuvo durante el primer semestre. Hizo agua. Ahora vuelve a la Ribera.

A mitad de año todo cambió. La llegada de Carlos Tevez apaciguó los ánimos después de la traumática eliminación de Copa Libertadores a manos de River. Y el equipo cumplió los objetivos propuestos: salió campeón. 

La llegada de Carlos Tevez fue fundamental para el éxito de Boca. 

El xeneize fue el equipo más goleador del campeonato. El impulso de Tevez, un buen campeonato de Jonathan Calleri, que hizo 10 goles, un mediocampo con Andrés Cubas como el diamante a pulir y el “Pichi” Cristian Erbes como estandarte. ¿Las claves? La regularidad y el recambio. ¿La mala? La grave lesión de Fernando Gago. 

La revelación

Eduardo “Chacho” Coudet, en su primer año como DT, forjó un Central que fue revelación. 

Sin lugar a dudas, el equipo revelación fue Rosario Central. El “Canalla”, dirigido por el “Chacho” Eduardo Coudet (un debutante) supo enamorar. El carisma de su DT amalgamó a un grupo de jugadores que rindió en forma superlativa. 

Marco Ruben, con 21 goles, fue la figura del campeonato. 

Marco Ruben fue el estandarte dentro de la cancha. El delantero marcó 21 goles, y para muchos fue el mejor jugador del campeonato. En el fondo, el repatriado Javier Pinola demostró que es un jugador de excelencia. Los rosarinos también sacaron otra joya de la cantera: el chiquitín Franco Cervi, que a fuerza de gambetas y desparpajo se ganó una millonaria venta al Benfica de Portugal. 

El Canalla salió tercero en la tabla de posiciones, pero peleó hasta la última fecha y demostró que, si logra mantener la base de jugadores experimentados, está para grandes cosas. 

Los grandes

Edgardo “Patón” Bauza dejó San Lorenzo y asumió en San Pablo. 

San Lorenzo tuvo un campeonato raro. Puntero durante gran parte del torneo, su punto alto fue haberle ganado a Boca en la Bombonera con gol de Mauro Matos. El equipo del “Patón” Eduardo Bauza mostró su faceta habitual: pragmático y monolítico. 

Tuvo algunos traspiés inesperados, como las derrotas con Huracán y Olimpo (a 3 fechas del final), pero el Ciclón fue el mismo de siempre. Sin sorpresas. ¿La buena? La recuperación goleadora de Martín Cauteruccio. ¿La mala? Las lesiones, que diezmaron al equipo.

Diego Cocca sacó campeón a Racing en 2014. En 2015 tuvo una buena campaña.

Racing venía con la espalda que le había dado ser el campeón en 2014. El equipo de Diego Cocca volvió a mostrar las virtudes del año anterior: buen juego, buen pie y mentalidad ganadora. Arrancó desde atrás, se puso a tiro y la derrota en el clásico contra Independiente lo alejó de la punta. 

Mauricio Pellegrino le cambió la cara a Independiente. 

Independiente tuvo dos campeonatos distintos. Con Jorge Almirón en el banco fue un equipo; con Mauricio Pellegrino fue otro. Cuando asumió el “Flaco”, el Rojo se ubicaba en el puesto 16 de la tabla de posiciones, lejs de todo. Con la llegada del ex DT de Estudiantes, a priori resistido por los hinchas, todo cambió.

Fue el mejor equipo del segundo semestre. Terminó quinto en la tabla, a 3 puntos de Racing, a quien derrotó con claridad por 3 a 0. En la segunda mitad del año destacaron Martín Benítez, Diego Vera y, sobre todo, Jesús Méndez, elevado a la categoría de símbolo depués del clásico de Avellaneda. ¿La mala? La lesión de Lucas Albertengo y los cuestionamientos a su arquero, el  “Ruso” Rodríguez. 

Sorpresas y no tanto

Facundo Sava asumió en Quilmes en lugar de Falcioni. Lo mantuvo 10 fechas invicto

Una de las gratas sorpresas fue el Quilmes de Facundo Sava. El “Colorado” llegó para reemplazar a Julio Falcioni y le cambió la cara al equipo del Sur. Enhebró una racha de 10 partidos sin perder en forma consecutiva.

El “Ruso” Zielinski, sinónimo de continuidad y regularidad. 

Belgrano, Gimnasia y Banfield también se llevan un balance positivo. El equipo del “Ruso” Ricardo Zielinski demostró que, a pesar del cambio de nombres, sabe a lo que juega. Y lo hace bien. Su campaña se coronó con la clasificación a la Copa Sudamericana. Los de Troglio tuvieron partidos de alto vuelo futbolístico, y el Taladro, dirigido por Matías Almeyda primero y por Claudio Vivas después, fue el equipo más audaz del torneo. Una propuesta ofensiva en todas las canchas y un juego vistoso.

El visceral Pedro Troglio y un Gimnasia que de a ratos regaló buen fútbol. 

Chicago se acordó tarde de ganar. El Torito recién conoció la victoria en la fecha 19 del torneo. Por más que ganó los últimos 6 partidos de la mano de Rubén Forestello y los goles de Alejandro Gagliardi, volvió a la B Nacional. El caso paradójico fue Huracán: el Globo se salvó del descenso en la última fecha, y al mismo tiempo llegó a jugar la final de la Copa Sudamericana. 

Temperley, Aldosivi, Sarmiento, Colón, Argentinos, Defensa y Justicia (con su sorprende DT que entrenaba a un equipo de hockey, Ariel Holan), Unión (de destacada campaña) y Tigre alternaron buenas y malas. Por el contrario, Vélez y Arsenal hicieron pésimos torneos. Los de Liniers terminaron en el puesto 27 de la tabla. 

Copa Libertadores

River salió campeón de la Copa LIibertadores

Como en una película que empieza desde el final: la ganó River. El Millonario derrotó con claridad a Tigres de Monterrey en la final. Empató en México y lo goleó 3 a 0 en el Monumental. Inapelable. Había dejado en el camino a Guaraní de Paraguay y a Cruzeiro, una de sus bestias negras. Pero el partido clave fue en octavos, donde echó a Boca de la Copa.

En el partido de ida River ganó 1 a 0 con gol de Sánchez. 

El xeneize venía arrasando y como mejor primero. Había ganado los 6 partidos de la fase de grupos, con 19 goles a favor y 2 en contra. Una máquina. Los de Gallardo, en cambio, entraron por la ventana. Fueron el peor segundo. Y se cruzaron.

La ida, en Núñez, fue 1 a 0 con gol de Carlos Sánchez de penal. La vuelta, en la Boca, tuvo un primer tiempo aburrido. Si hay un rasgo para destacar en ese tiempo neto de juego fue que el Millonario presionó, hostigó y no dejó jugar a Boca. Hasta que llegó el entretiempo. Y la vergüenza.

Cuando los equipos volvían al campo de juego, un grupo de hinchas arrojó gas pimienta a los jugadores millonarios. Tumultos, asfixias y papelón internacional. El partido se suspendió, y River pasó a cuartos de final. El partido quedará para la historia para unos y para otros. Para Boca, fue “el partido del escritorio”; para River, “el partido del abandono”.

Copa Sudamericana

En semis, el Globo dejó en el camino a River. 

La segunda copa sudamericana tuvo como protagonista a River -otra vez- y a Huracán. El Globo de Parque Patricios peleaba el descenso en el torneo local y mientras tanto se enfrentaba al Milllonario en semis de este torneo internacional. 

Los de Gallardo parecieron tener la cabeza puesta en el Mundial de Clubes. Perdieron 1 a 0 en Núñez y perdían 2 a 0 en el Ducó, pero lo empataron. Claro, no era coherente con la historia quemera pasar tan fácil. Lo cierto es que Huracán hizo historia, y disputó la final del torneo contra Independiente Santa Fe. 

Federico Vismara, cerebro, corazón y fútbol de Parque Patricios. 

De la mano de su gran figura debajo de los tres palos, Marcos Díaz; del corazón de Federico Mancinelli; del juego y la recuperación de Federico Vismara en el medio y la potencia y los goles de Ramón “Wanchope” Ábila, Huracán llegó a los penales en Bogotá. A doce pasos de la consagración.

Y en esta instancia volvió a pesar la historia reciente. Esa que habla de controvertidos fallos arbitrales, cuando no de despojos. En la definición por penales, el arquero colombiano, Robinson Zapata, se adelantó hasta lo indecible para atajar los disparos. Y Huracán perdió. Con la frente alta y el corazón en la mano. Como hay que perder.

Mundial de Clubes

Lucas Alario marcó el gol del triunfo ante Sanfrecce. 

Lo más fresco en la memoria es el Mundial de Clubes. River accedió a la competencia de clubes más importante del mundo por ser el campéon de la Copa Libertadores. Jugaría en semifinales contra el Sanfrecce japonés, al que derrotó con dificultad 1 a 0 con gol de Alario.

Después de la sufrida victoria, al Millo lo esperaba el partido soñado: Barcelona. Y pasó lo que tenía que pasar. Neymar, Messi y Suárez hicieron de las suyas en un partido sin equivalencias. Fue 3 a 0. Pudo ser más. A pesar de la ostensible desventaja, los de Gallardo buscaron el gol en todo momento.

Para destacar: la gente. Alrededor de 20 mil hinchas de la Banda viajaron a Japón para alentar a su equipo. 

Un año termina, y otro comienza. Planteles e ilusiones que se renuevan, técnicos que cambian de equipo, jugadores que se van al exterior. Los hinchas esperan ver a sus equipos. 

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