Tras un comienzo complicado en 2024 con más de seis partidos sin marcar, Tigre parecía encontrar de vuelta el camino hacia la victoria durante el encuentro contra Chacarita en la Copa Argentina y gracias a un gol de Brahian Alemán, lo colocaba 1-0 arriba del marcador.
Pero sin embargo, una situación dio un giro drástico después de la expulsión de Agustín Cardozo, cuando la hinchada de Tigre lanzó una botella que golpeó al futbolista Fernando Brandan.
El impacto de la botella fue directo al ojo y no pudo continuar dentro de la cancha y fue atendido rápidamente por los médicos. Tras evaluar su estado de salud, el árbitro Ariel Penel decidió suspender el encuentro.
Si bien es cierto que las próximas horas serán decisivas para determinar si tomarán o no acciones legales en relación a este incidente, investigado por el Tribunal de Disciplina, en una entrevista a TyC Sports, Brandan, brindó unas breves declaraciones para explicar qué fue lo que pasó y cómo se encuentra su estado de salud.
"El dolor que siento en el ojo me impide jugar y esto complica mucho el panorama para Tigre, que corre el riesgo de perder el encuentro que estábamos ganando", comentó el futbolista.
En este mismo sentido, el jugador remarcó: "Me dieron tres o cuatro días de reposo con tratamiento y una nueva consulta el lunes para ver la evolución de la inflamación causada por el golpe. Cuando vi la botella, intenté agacharme y lamentablemente me golpeó en la frente".
Respecto a los comentarios de Néstor Gorosito, que dijo que él buscó a propósito el golpe de la botella, Fernando se defendió en declaraciones a Radio la Red y resaltó: "Me duele mucho porque ponen en tela de juicio la pasión y los valores que uno tiene sobre el deporte. Si hay algo a lo que me dediqué toda mi vida, desde que tengo pañales, es a pararme dentro de una cancha y competir. Que salgan a hablar cosas de algo en donde uno deja la integridad física y la dejan de lado... buscan el beneficio propio. Yo lo que no quiero es sacar ventaja ni mucho menos. Me duele mucho, no sólo a mí, sino lo que siente mi familia", remarcó.
"Llegué a las 12 de la noche a la clínica, estaba mi hija más grande y me dijo: 'Pa, ¿por qué cabeceaste una botella?'. ¿Cómo explicarle a una nena de 11 años que lo que menos quise es poner en peligro mi cara y mi ojo sabiendo que tengo tres criaturas hermosas que me esperan en mi casa?", se lamentó finalmente el jugador.