15 Junio de 2018 11:53
La Selección de Marruecos y su par de Irán abrieron el grupo B del Mundial de Rusia en uno de los encuentros más flojos hasta ahora. El partido se llevó a cabo en el estadio de Krestovski, San Petersburgo, y la única emoción de la tarde rusa llegó recién a los 49 minutos de la segunda mitad, cuando el delantero marroquí Aziz Bouhaddouz en los últimos segundos venció a su propio arquero y decretó el resultado final.
De esta manera, el conjunto dirigido por Carlos Queiroz logró su segunda victoria en una Copa del Mundo y consiguió tres puntos valiosos de cara al futuro del seleccionado en la competición dado que en el grupo que comparte con marruecos, también se encuentran las poderosa España -gran candidata, pese al despido de su técnico Julen Lopetegui- y Portugal, el vigente campeón de la Eurocopa que busca consagrar su buen momento de la mano de su estrella: Cristiano Ronaldo.
El encuentro fue uno de los más flojos del Mundial.
Con respecto al partido que disputaron Marruecos e Irán, el equipo de Hervé Renard intentó llevarse puesto a su rival desde el comienzo. Con poco fútbol, pero con mucha gente en ataque, la Selección de Marruecos buscó arrinconar a Irán, pero siempre se encontró con la buena respuesta de su arquero: Alireza Beiranvand.
Irán logró su segunda victoria en un Mundial.
Por esta misma razón, los muchachos de Queiroz fueron los que tuvieron las dos más claras del encuentro producto de algunos buenos contragolpes. En la segunda mitad, el partido perdió encanto y juego. Hubo mucha fricción y poca precisión a la hora de los pases, por lo que se convirtió en un verdadero dolor de ojos hasta que a los 49 minutos del complemento llegó el gol de la victoria.