17 Septiembre de 2015 20:58
El cansancio de Carlos Tevez pasó a ser un tema polémico y de Estado en el mundo Boca. No se entrenó de forma normal a lo largo de la semana, situación que pone en duda su presencia el sábado ante Argentinos en La Paternal.
Lleva 630 minutos jugados con la casaca de Boca.
Rodolfo Arruabarrena lo ve al límite desde lo físico, sumándole dolores lumbares que lo vienen aquejando desde la semana previa a jugar con el seleccionado.
Lo cierto y concreto es que Carlitos lleva 69 partidos jugados de forma continua, en Juventus, el seleccionado y en este corto plazo en Boca.
En Italia acumuló 50 juegos (32 por la Serie A, 2 de Copa Italia, 1 de la Supercopa, 2 amistosos y 13 por Champions League).
Junto a Messi, en la previa de la final de la Champions.
El Vasco quiere cuidarlo y no exigirlo. Es más: en el ensayo táctico del jueves no lo hizo participar y lo resguardó a lo largo de la semana, con trabajos diferenciados.
El Vasco cuida a Carlitos, carta de triunfo asegurada para Boca.
Su regreso ha provocado cambios positivos para el club desde lo institucional como en lo deportivo, pero en lo personal tanta exposición le insume un gran gasto de energías.
Desde que llegó de Europa, Tevez no para un minuto. Vive en acción permanente. No encuentra momentos personales de descanso mental y físico.
Tevez reconoce el cansancio
Además, se ha puesto al día en muchos aspectos. Recobrando tiempo, reuniéndose con amigos y familiares, comiendo asados, y pendiente de eventos que lo requieren.
“Boca te lleva tiempo y genera stress. Yo vengo de fin de temporada, no es que hice pretemporada y recién arranco como el resto de mis compañeros, que están a otro ritmo. Llevo muchos partidos encima y el cuerpo te lo hace sentir”, destacó Tevez durante los primeros partidos de su regreso.
Carlitos quedará concentrado, y a la espera de que Arruabarrena lo ponga en el once inicial. Su presencia será clave para el sprint final del torneo la Copa Argentina, los dos certámenes que no quiere desaprovechar.