La Copa Libertadores que se disputará en el estadio Maracaná entre Boca Juniors y Fluminense tendrá lugar en Copacabana, ciudad de Río de Janeiro, el sábado 4 de noviembre a las 17 horas de Argentina. Según relatan pobladores, fanáticos y curiosos, este evento es el de mayor magnitud en la historia deportiva de Brasil.
Incluso, desde Argentina miles y miles de hinchas del Xeneize colmaron las playas, las calles, los hoteles, micros y taxis de la ciudad que los albergó con bastante desconfianza, por no decir violencia, destrato y agravios. Lo que para los argentinos era una fiesta, para los brasileros representaba una "guerra".
Al igual que en La Bombonera, los hinchas de Boca expresaron su amor por el club y por los colores. Pero esta expresión de algarabía era asechada por integrantes de la torcida (barrabrava en portugués) del Fluminense.
Bombita: El estadio de Maracaná se inauguró un 16 de junio de 1950. Es el estadio más grande de Sudamérica con una capacidad para 78.883 hinchas.
Desde las 11.30 de la mañana, los hinchas hicieron cola para ingresar al Fan Fest que se había organizado para festejar la previa del momento histórico deportivo. La entrada estaba prevista para las 14 pero dejaron ingresar a los hinchas argentinos recién a las 17hs.
Caía la tarde y los hinchas coparon la playa dispuesta para celebrar arrojando fuegos artificiales; el lugar que les quedaba era muy cerquita del mar. Es allí cuando los hinchas brasileros hicieron lo que algunos denominaron como "emboscada" planificada para atacarlos.
Se re contra picó la Fan Fest cuando brasileros atacaron indiscriminadamente a los argentinos con botellas y golpes. Algunos hablaron hasta de una "zona liberada" por la policía de Brasil, que hay que aclarar que está demasiado militarizada y que suele atacar indiscriminadamente a los hinchas visitantes.
Gases lacrimógenos, seguidos de balas de gomas y acompañado por las corridas que se volvieron estampidas mancharon la alegría del pueblo xeneize y también del brasilero. Sin embargo, la noche sería aún más larga y difícil. Como se fuera poco, hasta se viralizaron imágenes de brasileros defecando a los hinchas argentinos.
El plantel profesional de Boca fue en busca de su séptima copa y es por eso que los hinchas fueron en malones para apoyar el equipo. Algo que la Conmebol implementó copiado al estilo europeo: finales a partido único y con sede anticipada. Pero no, el futbol europeo no tiene nada que ver con el latinoamericano, este modelo no funciona en partidos como estos que en la mayoría terminaron como el de ahora: golpes, corridas y detenciones.
Lo que ocurrió en la Fan Fest se tradujo como más represión alrededor de las 21.30 horas en el Hotel Othon. Las provocaciones de los hinchas hicieron que se vivan momentos de tensión. Nuevamente la misma escena: la Policía Militar reprimiendo sin tener ningún tipo de empatía por la presencia de niños, niñas y adolescentes. Dispararon, golpearon y hecharon a hinchas argentinos que estaban en ese lugar.
¿Cómo sigue la fiesta?
"La pelota no se mancha", decía Diego Maradona. La que corra en el Maracaná ya está manchada por las agresiones militarizadas contra ciudadanos de a pie. Pero esto no es lo peor: a través de twitter se viralizaron mensajes que iban dirigidos a los más altos rangos de la barrabrava de Boca "La 12". "Los están esperando", dicen desde el país de Lula Da Silva.
En el programa de Flavio Azzaro pusieron al aire un audio del mismísimo Marcelo Aravena que es miembro activo de "La 12": "La barra de 'Flu' está obligada a pelear con la de Boca cuando lleguemos, que nos esperen. Vamos a estar nosotros tres adelante (por Rafael Di Zeo, Mauro Martin, jefes de "La 12", y Aravena)".
La violencia en el fútbol no para. Habrá que esperar a que transcurran las horas, se prevé que "La 12" llegue a territorio brasilero a bordo de un chárter el sábado por la madrugada. Fuera de "La 12", miles de hinchas también faltan llegar y para lo que no tienen entradas, hay un lugar reservado que cuenta con la capacidad de 72.500 personas. Es el Sambódromo municipal en donde, como puedan, se instalarán para esperar el resultado del partido.
¿Dónde están las autoridades?
En sus despachos envueltos en llamas. Desde Brasil habló Ana Sarrabayrouse, cónsul argentina en Río, que -sin tapujos- reflexionó: "Toda la gente que no es de Fluminense acá, por lo menos es carioca. La policía es parcial, es brasileña, y la tercera parte es de Fluminense, además".
Además expresó: "Es imposible pretender que tengan la misma empatía con un hincha de Boca que con uno de Fluminense. Tenemos que manejarnos con ese contexto: es otro país, las reglas son distintas, la policía es más dura y no va a tener empatía con Boca".
Por su lado, Daniel Scioli embajador argentino en Brasil pedía encarecidamente en el programa de Romina Menguel: "Agradezco la oportunidad para insistir en no responder a ningún tipo de provocación, ningún canto racial. Acá la policía es extremadamente rigurosa, y ni que hablar tirarle objetos, ¿no?, como ha sido uno de los casos".
Casi de rodillas pidió: "Hay que tratar de abstenerse, de desplegar la pasión. Va a haber tiempo para hacerlo. Pero que por favor rogamos que la gente se cuide. Nosotros hemos dado todo tipo de información preventiva, pero acá depende de la actitud de cada uno".
Por su parte, la Conmebol expresó a través de un hilo en X (ex Twitter) tras las última represión por parte de la policía brasilera: "La CONMEBOL hace un llamado a los hinchas de Boca Juniors y Fluminense a compartir todos juntos los momentos de alegría y celebración que nos dan nuestro fútbol. Los valores del deporte que más nos apasiona deben ser inspiradores de conductas de paz y armonía. Por eso, repudiamos los actos de violencia y racismo que se puedan producir en el marco de esta final".