Por momentos, el mundo se volvió loco. Y este es un ejemplo de ello. Cristiano Ronaldo fue condenado al castigo de 99 latigazos por la Justicia de Irán, luego de abrazar a una artista llamada Fátima Hamami, una fan que le había regalado un cuadro. Dicho encuentro público se dio en Teherán, capital de Irán, donde Al Nassr, su club, jugó un partido contra el Persépolis, en la Liga de Campeones de Asia. Antes del partido, el portugués saludó a Fátima, quien es discapacitada, y le dio un beso y un abrazo. Esas acciones fueron consideradas “adulterio” y la Justicia iraní condenó al delantero.
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El encuentro quedó grabado y ahí se ve que Fátima, quien está en silla de ruedas, sonríe y un asistente muestra el cuadro que ella hizo, en la que se ve al luso festejando un gol. Ahora, a varias semanas de la reunión, la cadena Sharq Emroz confirmó la condena para CR7 porque su beso en la mejilla y su abrazo fueron considerados adulterio. El castigo físico al portugués se aplicará la próxima vez que visite el país, algo que ya se sabe, no sucederá nunca más. Fuentes del club afirmaron que si el club donde juega Cristiano, avanza a octavos y debe jugar en Irán, él no viajará.
Igualmente, la pena podría ser perdonada por un juez si los hechos no son punibles o los protagonistas muestran arrepentimiento. Por el momento no trascendió si la mujer discapacitada que le regaló el cuadro a CR7 fue castigada. Tampoco hubo un descargo por parte del futbolista y ni por parte del club al que representa en la Saudi Pro League, a la que llegó hace casi un año tras un paso por el Manchester United.
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Por aquel entonces, en búsqueda de una liga menos competitiva, Cristiano había dicho: “Todavía amo el fútbol. Incluso a mi edad, adoro jugar, marcar goles y ganar partidos. Voy a seguir jugando hasta que mis piernas digan 'Cristiano, se ha acabado'. Hasta el momento seguiré jugando y ayudando al equipo. Todavía tengo mucho. Todavía me gusta el fútbol, marcar goles y ganar. Dicen que estoy acabado, pero sigo demostrando que no es verdad”.