Paulo Dybala siempre pintó para crack... y finalmente lo logró. Lo fue en las inferiores de Instituto de Córdoba donde empezó a mostrar cualidades técnicas, luego ratificadas en la Primera de la Gloria de Alta Córdoba. Su paso por ese club fue furor, dentro un equipo que enamoró desde su juego a todo el fútbol argentino, de la mano de un entrenador bielsista, Darío Franco.
El padre, Adolfo Dybala, fue quien lo llevó a Instituto, club que lo hizo despegar al fútbol grande de Europa. Su muerte temprana dejó vacío a Paulo, quien con 16 años se tuvo que apoyar en su madre Alicia y en su hermano, Mariano.
Ese Instituto no logró el ascenso a Primera por problemas extradeportivos que derivaron en la caída futbolística. El pase de Dybala, “la Joya”, generó polémica bajo la gestión de Juan Carlos Barrera, presidente de un club que debía millones de pesos, y que aprovechó una oferta de 3 millones de euros, vendiendo la ficha a un grupo de representantes con Gustavo Mascardi, quien actuó como intermediario (de la empresa Pencillhill Limited) que luego ubicaron al jugador en el Palermo de Italia.
El presidente realizó la operación sin consultar a sus pares y a la familia del jugador. El dinero de la transferencia quedó en su caja de seguridad personal. Luego los 3 millones de euros quedaron en el club cordobés. La polémica por la venta se dio durante el torneo que tenía a Instituto pelando mano a mano el ascenso a Primera junto a River en la temporada 2011-12.
MIRÁ LOS MEJORES GOLES DE DYBALA EN INSTITUTO
Tiempo más tarde el presidente viajó con Mascardi a Europa a revender el pase del jugador en 12 millones de euros al Palermo de Italia. Los 9 millones de diferencia con respecto a la venta inicial (de 3 millones) pasaron a ser un “tema de Estado” dentro de Instituto. En Córdoba acusaron al presidente de “transar” esa cifra con el empresario y de quedarse con algo de la suma de la segunda venta.
El delantero cordobés fue la figura del equipo con solo 17 años, anotando 17 goles en 40 partidos. A partir de la polémica transacción, Dybala bajó el rendimiento luego de recibir amenazas de muerte, culpándolos a él y a su representante, Omar Peirone de revender el pase.
La decisión unilateral del presidente generó una pelea feroz dentro del club, que derivó en la merma no sólo de Dybala sino también del equipo. Todo era un caos. Hasta la barra se metió en la historia, interceptando el micro de los jugadores cuando regresaban de perder un encuentro en Corrientes, amenazándolo con represalias si no conseguían el ascenso. No lo consiguió y la era de buen fútbol se acabó. Tiempo más tarde Barrera renunció y se alejó del club en medio de un escándalo financiero y político.
Mientras tanto, Dybala se fue a Palermo, y brilló en el club italiano. Convirtió 21 goles y se transformó en un jugador más completo, asistiendo y convirtiéndose en pieza fundamental junto a otro argentino y cordobés, Franco Vázquez, nacionalizado italiano y jugador del seleccionado azzurro.
MIRÁ LOS GOLES DE DYBALA EN PALERMO
El presidente de Palermo, Mauricio Zamparini, antes de concretar el pase a Juventus, decretó. “Dybala es el Messi del futuro. Vale 40 millones de euros”.
Su frase se hizo realidad. Si bien Juventus pagó 32 millones de euros (el octavo argentino más caro de la historia), ese precio podría elevarse a ocho millones más (llegaría a 40 millones) si se dan algunas condiciones expuestas en el contrato. En la Juve será compañero de Carlos Tevez, quien antes de arribar, lo llamó y aceptó la llegada de la Joya.