Se picó
por Florencia Tozzi
06 Noviembre de 2023 13:55
La ilusión parecía estar intacta. Las casualidades con el número siete, las atajadas de Sergio "Chiquito" Romero y el impulso de los simpatizantes xeneizes indicaban que todos los caminos conducían a que la Copa Libertadores se quedaría en Argentina. Pero nada de eso pasó y las decepciones quedaron más latentes que nunca. Lo que fueron meses de festejos y alegría, se transformaron en peleas, renuncia en puerta, enojos y confrontaciones.
El camino de Boca en la competencia no fue el más gustoso de ver. Desde octavos de final en adelante, el equipo que conducía Jorge Almirón había logrado pasar de fase en fase a través de los penales sin poder ganar ni un partido en los 90 minutos de juego. Sin embargo, los hinchas se ataron a un lazo de ilusión por la famosa "suerte del campeón" y a la vez, las casualidades con el número siete para poder obtener, justamente, su séptima Libertadores.
Aun así, todo eso se vio desdibujado rápidamente. Llegó el sábado y Boca salió al campo de juego de manera inusual. Fluminense tenía las cosas claras y se notaba que jugó exclusivamente para ser campeón. Las oportunidades más claras, un juego impecable y sobre todo, cambios, esquemas y jugadas acertadas por parte del entrenador. Eso mismo fue lo que no se reflejó desde el lado de los Xeneizes y que por su puesto, desató una furia total en el club.
Tras llegar de Río de Janeiro, todos con la cabeza gacha y sin respuestas ni motivos para brindar, los jugadores se reunieron en el Boca Predio con Juan Román Riquelme y tuvieron una tensa charla en la cual el Vicepresidente habló de la "ilusión" que le causaron al hincha y que ahora, están obligados a salvar el torneo local "vergonzoso" que están haciendo y consagrarse en la Copa Argentina. Arde Troya.
En principio, el ex jugador les recalcó el buen camino que hicieron para llegar a la final y que indudablemente quedarán en la historia. Aun así, no esquivó un agradecimiento con mensaje entre líneas por no haber podido ganar la séptima Copa. "Gracias por ilusionar nuevamente a los hinchas de Boca", lanzó. Pero los "halagos" -muy entre comillas- y la buena predisposición se acabó de manera repentina cuando aclaró los tantos y las obligaciones.
"Ahora hay que remontar en la Copa de la Liga porque es vergonzoso", indicó. Y sí, desde Boca apostaron todo en la Libertadores y se durmieron en los -falsos- laureles. Mientras disputaban la final, en el torneo local sucedieron cosas preocupantes. Hasta ahora, de 11 partidos sólo ganaron tres, están en el puesto 11 de 14 y no clasificarían a la siguiente ronda de cuartos de final. Como si fuese poco, por ahora deberán conformarse con jugar el año siguiente la Copa Sudamericana si es que los equipos que están por debajo no suman de a tres en lo que resta.
"Quedan cinco finales y hay que ganar todas. Están obligados a salir campeones de la Copa Argentina", fue otra de las contundentes frases. ¿Por qué cinco finales? En la Copa de la Liga le restan jugarse tres fechas y además, en la Copa Argentina están en la Semifinal -con fecha a confirmar- ante Estudiantes y a partir de eso aspiran a poder disputar otra final que podría darse contra San Lorenzo o Defensa y Justicia. No hay margen de error.
Los jugadores quedaron preocupados por los dichos de Riquelme y sobre todo, por cómo hacer para conseguir ganar todo lo que queda. Pero aquel balde de agua fría no sería el único que les llegaría. Minutos más tarde, se enteraron que Almirón decidió sin hablar ni consultarlo con nadie, dar un paso al costado y renunciar a su cargo de entrenador en el cual tenía contrato hasta diciembre.
¡Bingo! ¿Qué más falta? Después de aquella charla, el ahora ex entrenador se reunió con el Vicepresidente del club y le indicó que dejaría su cargo porque no cumplió con las expectativas y porque principalmente le costaría demasiado poder levantar el ánimo de los jugadores después de perder ante Fluminense.
Cuando los jugadores se enteraron de la decisión, todo se tornó peor. En principio porque no se esperaban esta resolución y que les suelte las manos tan rápido y porque, además, cuando terminó el partido en Río de Janeiro ya hubieron confrontaciones no sólo entre ellos sino también con el director técnico por los cambios insólitos que realizó y que de una manera u otra, evitaron poder ganar.
El vestuario quedó quebrado en dos. Los que pusieron todo de sí para poder ganar, los que no jugaron al 100%, en dolor contra Almirón por cómo se confundió con las modificaciones del equipo y ahora, con la tensión de tener que cumplir con las obligaciones de Riquelme de ganar todo lo que queda por delante.
La salida de Almirón se dio entre las cuatro paredes en las que hablaron él y Riquelme y el martes a la mañana, cuando el plantel se presente en Boca Predio para retomar los entrenamientos, el ahora ex entrenador irá a despedirse y terminar del todo su ciclo. Lo que resta saber es de qué manera lo recibirán, principalmente los referentes del equipo, quienes fueron los encargados de remarcarle todos los errores contra el Flu.
Más allá de los pocos motivos que se dieron a conocer en la renuncia, el también ex entrenador de Independiente, optó por no hacer comentarios al respecto y quien sí tuvo que poner la cara un poco de rebote fue su ayudante, Maxi Velázquez, que aclaró que fue una decisión en conjunta por el bien de la institución. "Creemos que es lo mejor para el club, nada más. Hay objetivos por cumplir y nuestra salida libera a todos. Para nosotros no va haber nada igual a esta experiencia", manifestó en diálogo con el programa Mundo Boca Radio
Todo fue muy rápido y caótico. El sábado Boca cayó por 2 a 1 contra Fluminense, al término del partido los jugadores confrontaron por cómo disputaron el partido y también contra Almiron por la manera en que los hizo jugar y las modificaciones negativas para el equipo, el domingo regresaron a Argentina, tuvieron la tensa reunión con Riquelme, se enteraron de la renuncia del director técnico y a la noche, desde Boca lanzaron el comunicado en las redes sociales.
"El Club Atlético Boca Juniors comunica a socios, socias y simpatizantes que este domingo 5 de noviembre, después de las 21 horas, Jorge Almirón informó que él y su cuerpo técnico, con contrato vigente hasta fin de la temporada, habían tomado la decisión personal de no continuar como entrenadores. Nuestra institución agradece los servicios prestados por todos ellos y les desea el mayor de los éxitos para el futuro", escribieron.
Con el lunes libre para poder recuperarse de los días vividos en Río de Janeiro, el plantel volverá a entrenarse en Casa Amarilla el martes por la mañana bajo las órdenes de Mariano Herrón -entrenador de la Reserva- y con las obligaciones puestas en que de ahora en más, no tendrán margen de error luego de la derrota en la Libertadores, por lo cual deberán ganar todo lo que quede por disputar.
