por Daniel Riera
03 Noviembre de 2020 12:49
A la hora de hablar de mafias del deporte, solemos pensar en el boxeo. Jurados inescrupulosos que "dibujan" tarjetas, boxeadores que se dejan caer así como así, corrupción que enturbia un deporte noble. El tenis, sin embargo, tiene lo suyo. El espectacular documental Vilas Serás lo que debas ser o no serás nada, que se puede ver en la plataforma Netflix, revela con pruebas absolutamente categóricas lo que millones de argentinos suponíamos: que Vilas llegó a la cima y no se lo reconocieron. El periodista especializado Eduardo Puppo le dedicó 12 años de su vida a demostrarlo. Sabía que había gato encerrado. Y lo encontró. Un trabajo absolutamente obsesivo, con la encomiable ayuda de su esposa María Luz Marín y el matemático rumano Marian Gabriel Ciulpan lo llevó a demostrar que el tenista argentino fue el número 1 por lo menos en siete semanas: cinco de 1975 y dos de 1976. Es decir, no en uno sino en dos años distintos. Curiosamente, en el documental no se expiden sobre 1977: en ese año, según el propio Vilas cuenta, el tenista argentino ganó 14 torneos, el sueco Björn Borg ganó nueve y Jimmy Connors ganó siete. Sin embargo, tampoco ese año Vilas fue reconocido como el mejor, ni una sola semana.
"A veces bajaban mis hijos y los veía", cuenta Puppo, que llegó a hacer suya la causa de Guillermo. El documental es, a la vez, la historia de Vilas y la historia de la investigación. Los caminos se cruzan en la medida en que Vilas se interesa profundamente en el trabajo de Puppo. No es para él un mero detalle: es la verificación de que llegó a lograr aquello que se propuso durante toda su vida. Es tan pero tan escandalosa la chapuza de la ATP que asombra. Teóricamente, la ATP actualiza su ranking todas las semanas. En 1975, lo midió solamente 14 veces entre las 52 semanas del año. En las 14 semanas, el número 1 del ránking fue Jimmy Connors. Sin embargo, no es que las 38 semanas restantes hayan quedado sin decisión: la ATP se las atribuyó automáticmente a Jimmy Connors, pese a que Vilas lo superó en cinco semanas. El australiano Rod Laver, uno de los grandes tenistas de todos los tiempos, pone en palabras lo que todos sospechamos: que la nacionalidad de Connors determinó el favoritismo de la ATP.
"¡Qué hijos de puta!", dice Guillermo, y llora desconsolado hoy, al enterarse de que la ATP rechaza -sin ofrecer un solo argumento válido, sin contrastar las pruebas ofrecidas- su pedido de que se le reconozca el número 1 que se ganó dentro de la cancha. La ATP puede no reconocerlo, pero ahora hay un documental que recorre el mundo a través de la más popular de las plataformas de streaming. Ahora la injusticia queda expuesta con pruebas categóricas. El hombre que interesó a los argentinos en un deporte que les era ajeno hasta ese momento llegó a la cima. Lo sabíamos, pero alguien se tomó el trabajo de demostrarlo.
El documental muestra cómo llegó Vilas a ser quién es: su método obsesivo de entrenamiento, su trabajo junto a Juan Carlos Belfonte y Ion Tiriac, su extraña relación con su padre, los cassettes que grababa expresando sus ideas y sensaciones y sus diarios. Inteligentísimo, interesado en el arte, en la cultura rock y en la espiritualidad, Vilas aprende en un encuentro con Krishnamurti a preferir la armonía a la ansiedad y desarrolla algunas ideas que Puppo menciona en el documental pero no desarrolla del todo para respetar su privacidad. Una de ellas es la idea de que la cancha tiene alma, que hay que comprenderla para saber por dónde entrarla; otro de ellos se refiere a las técnicas de dominación psicológica, para convencer al rival que va a perder. Además de una muy exigente preparación física, el tenista marplatense llevaba una absolutamente inusual y heterodoxa reflexión sobre su oficio.
Actualmente, Vilas tiene 68 años y padece Mal de Alzheimer. Los recuerdos empiezan a escapársele, las huellas que dejó en los demás él mismo no puede asirlas. Mientras trabajaba en su investigación y en este documental, Puppo se hizo muy amigo de Guillermo, que lo nombró depositario de sus tesoros: sus raquetas, sus muñequeras, sus medias, zapatillas, pelotas, sus diarios, sus grabaciones y un larguísimo etc. La demanda por el reconocimiento del número 1 contra la ATP llegó a la Justicia. Vilas Serás lo que debas ser... cuenta la vida de un Campeón que empieza a estar en paz porque alguien -un periodista, un amigo, las dos cosas- se ocupó de demostrar el lugar que (merced a una mezcla extraordinaria de talento y esfuerzo le tiene reservada la historia, lo acepten o no los burócratas de la ATP.