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El genial "inventario" de la habitación de Ginóbili y Nocioni en la Villa Olímpica

Un día después de finalizados los Juegos Olímpicos, Ginóbili publicó en su blog una fotografía acompañada de una minuciosa descripción de los objetos personales de la habitación que compartió con Nocioni.

22 Agosto de 2016 15:25
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Como una manera de despedirse de la Villa Olímpica que fue escenario de sus últimos pasos en la Selección nacional de básquet, Emanuel Ginóbili compartió en su blog personal una fotografía de la habitación que compartió durante los Juegos de Río con Andrés Nocioni

La desordenada habitación de Ginóbili y Nocioni en Río. 

Pero lo hizo con una particularidad: le agregó cómicas notas descriptivas a cada uno de los ítems que pueden verse esparcidos a puro descuido por el piso del dormitorio. "Disculpame mamá por el desorden", se lamenta jocosamente el deportista. "Sé que hiciste un gran trabajo educándome y hablándome sobre la importancia del orden. Esto fue solo un lapsus y no se volverá a repetir".

"Para ubicarlos un poco en tiempo, les digo que esta foto se tomó 15 días después de haber llegado y que en ese momento ya llevábamos cinco días sin servicio de limpieza (decidimos cancelarlo después que 'desaparecieran' algunas cositas del departamento)", se excusa Ginóbili

Así, entre las cosas personales de los jugadores pueden verse perfumes ("la habitación se puede caer de mugre, ¡pero hay que oler bien!", ilustra "Manu") o "los lentes de Andrés haciendo equilibrio sobre una pera y una banana, no teníamos mucho lugar para dejar las cosas y de a poco se empezaban a acumular en los lugares más inesperados".

También hay un envase de repelente para mosquitos, necesario a causa de la epidemia de zika y que, sin embargo, el dúo no usó jamás. "No solo no lo tocamos en ningún momento, sino que no vimos mosquitos en dos semanas", explica el basquetbolista. 

Sin embargo, para "Manu", el elemento más inesperado de la habitación resultó ser una camiseta de Racing con su correspondiente carnet de socio que alguien le regaló a Nocioni. "Sorpresivo (como mínimo) en ese contexto", remarca Ginóbili.

El bahiense también aprovechó la oportunidad para destacar el particular cariño que el "Chapu" le tomó a las zapatillas blancas que usó en la ceremonia inaugural. "Tal es así, que se lo pudo ver al día siguiente de la ceremonia fastidiado por no encontrar lavandina en toda la Villa", explica Ginóbili. "Parece que en el descontrolado pogo pre-desfile lo habían pisado muchas veces y sus zapatillas no mostraban más el blanco impoluto que el gladiador hacendoso pretendía". 

El detalle de la habitación de Manu y el Chapa

Las flechitas de Manu.

Así lo describe el propio Ginóbili: 

A - Celulares. Infaltable compañía. Todo el mundo sabe lo que representan los teléfonos hoy en día y para nosotros no es excepción. La organización nos regaló a cada atleta un Samsung S7 Edge Olympic Games Limited Edition y fue disfrutado correspondientemente por casi todos. ¡Un avión!

B - La habitación se puede caer de mugre, ¡pero hay que oler bien! Un perfumito a mano para eliminar algunos olores indeseados, propios y del entorno, siempre es necesario.

C - Los lentes de Andrés haciendo equilibrio sobre una pera y una banana. Y... no teníamos mucho lugar para dejar las cosas y de a poco se empezaban a acumular en los lugares más inesperados.

D - Cargador portátil de baterías. Infaltable para millenials como nosotros (?). Muchos dispositivos, pocos enchufes. Siempre una buena opción. El mío lo había olvidado en Bahía Blanca.

E - OFF! Ni bien llegamos a Río, nos enchufaron repelentes a todos por la amenaza “Zika”. No solo no lo tocamos en ningún momento, sino que no vimos mosquitos en dos semanas. Quedó en el mismo lugar todo el tiempo, ahí paradito estoicamente.

F - Kindle. En los momentos de hibernación por cansancio de mi ladero, fue mi mejor compañía. ¡Un imprescindible!

G - Accesorios de audio. Parlantito bluetooth (JBL Flip2) para cuando compartíamos música y los auriculares (Beats Studio Wireless) para algunos momentos de soledad o viajes. Obligatorios para escuchar podcasts, radio o música.

H - ¡La credencial olímpica! Sin eso no sos nada en la Villa. Para comer, para subirte al cole, para retirar la ropa, o para lo que sea... la credencial. Olvidate la cabeza si querés, pero la credencial no porque tenés que volver a buscarla.

I - Posiblemente el elemento más inesperado de la habitación. ¡¡Una camiseta de Racing con su correspondiente carnet de socio!! En algún momento se la regalaron a Chapu y quedó ahí. Sorpresivo (como mínimo) en ese contexto.

J - UNA zapatilla. No apareció la otra en esta foto, en algún lugar remoto del departamento supongo que estaría. Fueron utilizadas por Chapu para el desfile y se las puede ver en un par de ediciones del renombrado #elsello.

Les había tomado mucho cariño, tal es así, que se lo pudo ver al día siguiente de la ceremonia inaugural fastidiado por no encontrar lavandina en toda la Villa. Parece que en el descontrolado pogo pre-desfile lo habían pisado muchas veces y sus zapatillas no mostraban más el blanco impoluto que el gladiador hacendoso pretendía.

K - Mis zapatillas de cabecera en estos juegos. Nike Free Flyknit de las que hablé en post previo. Gran adquisición.

L - Bolsa de souvenirs recién comprados con muñequitos para nuestros hijos. Vinicius, la mascota olímpica, fue un éxito con los más chiquitos. Además, como Usain Bolt lo tenía después de ganar los 100 metros llanos, mis hijos también lo querían.

M - Medias que usé en la ceremonia inaugural. Puede que las haya vuelto a usar al día siguiente, pero no más que eso. Ahí quedaron, sucias ocupando un injustificado y valioso lugar en nuestro inmueble.

N - Infaltable recuperador. En campeonatos tan cortos e intensos, a veces es necesario reforzar la alimentación con algún suplemento alimenticio. ¡Ni hablar si consideramos que era la habitación donde estaban los dos más basquetbolistas más viejitos del torneo!

O - Mochila multipropósito. Ahí iban las zapatillas, calzas, medias, frutas, desodorante (apareciendo tímidamente en la foto), billetera, teléfono y todo lo necesario e imprescindible para ir a entrenar y jugar.

Un par de reflexiones y comentarios más:

- Disculpame mamá por el desorden. Sé que hiciste un gran trabajo educándome y hablándome sobre la importancia del orden. Esto fue solo un lapsus y no se volverá a repetir.

- Espero les guste la idea. Me pareció original compartir con ustedes algo de estas características.

- Ninguna cucaracha fue maltratada o herida en el transcurso de estas dos semanas. De hecho, creemos haber contribuido a su bienestar.

- La foto fue tomada con la cámara Samsung Gear 360, pero utilizando solo 180 grados.