Una de las razones que le permiten a Cristiano Ronaldo mantenerse en la élite del fútbol mundial es sin duda su estricta dieta de los llamados "seis platos". Como desayuno suele ingerir fiambres (jamón y queso) y yogurt bajas calorías. En el primer almuerzo (a media mañana), suele apelar al pollo, al cual considera "mágico" por su alto contenido de proteínas y bajo contenido de grasa, con vegetales.
El segundo almuerzo puede consistir en pescado, que suele llegar a repetir una o dos veces en la jornada. En algún momento de la jornada intercala un snack, con tostadas y frutas. Y por la noche, cierra con un trozo de carne, en general acompañado por ensalada. Algo importante a resaltar es que en la mesa del futbolista está prohibido cualquier tipo de bebida alcohólica o gaseosas. Él, y claro está su familia, beben jugos naturales de frutas o agua.
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De hecho, Patrice Evra, ex compañero del luso en Manchester United, despertó las carcajadas de propios y extraños al revelar una anécdota que vivió yendo a cenar a la casa del crack portugués. “Me dijo que fuera después del entrenamiento y fui. Yo estaba cansado, en la mesa solo había ensalada, pollo y agua. No había nada de refrescos. Comenzamos a comer y pensaba que después habría carne, pero no", recordó.Y sumó: Terminó de comer, se puso de pie y comenzó a jugar con una pelota. Me dijo que hiciéramos toques y yo le respondí que si podía terminar de comer. Después de eso, me pidió que fuéramos a la piscina. Cristiano es una máquina y no quiere dejar de entrenar”. Por esta razón, no sorprendió en absoluto la actitud que tuvo CR7 en su última conferencia de prensa antes del partido de Portugal contra Hungría por la Eurocopa.
Ante la vista de todos los periodistas presentes para escuchar lo que tenía que decir el capitán de la selección portuguesa, Ronaldo se sentó para iniciar la conferencia de prensa, pero al percatarse de que tenía dos botellas de la marca Coca-Cola delante, la cual vale aclarar que es una de las patrocinadoras del torneo organizado por la UEFA, decidió quitarlas con cierto fastidio del plano de las cámaras.
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Acto seguido, agarró la botella de agua que las acompañaba y aclaró: “¡Agua!”, para luego rematar con un despectivo “¿Coca-Cola?”, sin advertir que el micrófono estaba abierto. Este simple gesto provocó que las acciones del gigante de los refrescos se derrumbaran un 1,6% en media hora, pasando de valer 56,10 dólares a 55,22 dólares, lo que le hizo perder a la multinacional unos 4.000 millones de dólares en tan solo 30 minutos.
En términos económicos, Coca-Cola pasó de valer US$ 242 mil millones a US$ 238 mil millones. “No vale la pena y no sirve de nada prometer títulos ni hacer pronósticos. Lo que puedo prometer es que abordaremos todos los partidos para ganarlos. Hay que mejorar", manifestó CR7, durante la conferencia, que pasó totalmente desapercibida gracias a su gesto que derrumbó las finanzas de la popular marca de gaseosas.