La boxeadora olímpica argelina Imane Khelif, hizo frente a los cuestionamientos por su alto nivel de testosterona a pesar de haber cumplido con los requerimientos de elegibilidad para los Juegos Olímpicos 2024 en Francia.
Khelif tiene 25 años y una historia de mucho trabajo sumida en una vida de trabajo adolescente para poder llegar a sus entrenamientos en el oeste de Argelia a 10 kilómetros de donde su madre vendía cuscús. Se las arregló para vender chatarra para reciclar y así poder asistir a las clases de boxeo.
En la competencia de los JJOO de 2024, la historia de vida de Khelif dio un giro espectacular después de que la italiana Angela Carini abandonara la competición a solo 46 segundos de haberse iniciado la competencia.
Carini expresó que "nunca le habían pegado tan fuerte" y trajo a la mesa una antigua discusión que tiene que ver con que 2023, Imane fue descalificada del Mundial de Boxeo, en Tashkent, Uzbekistán por no cumplir una "prueba de elegibilidad de género" aunque nunca se publicaron las conclusiones oficiales ni se explicó en qué habían consistido aquellos testeos.
Sin embargo, la polémica ya se había instalado con las palabras de la italiana y recibió comentarios transfóbicos y discriminatorios por su condición física. Fue a esos comentarios a los que les hizo frente en una entrevista con la agencia internacional The Associated Press.
Allí contó que, tras vencer a la húngara Lucca Anna Hamori y asegurarse una medalla para los cuartos de final de la categoría de 66 kilogramos, no pudo controlar sus nervios. Es que después de ganar, se bajó del cuadrilátero llorando, totalmente emocionada; y tras eso, reveló: "Después del revuelo mediático y después de la victoria, había una mezcla de alegría y, al mismo tiempo, estaba muy afectada, porque honestamente, no fue algo fácil de pasar en absoluto", dijo y puntualizó que es "algo que daña la dignidad humana".
En esa misma línea aportó su visión para que a ningún otro deportista le suceda algo parecido: "Envío un mensaje a todos los pueblos del mundo para que respeten los principios olímpicos y la Carta Olímpica, para que se abstengan de acosar a los atletas, porque esto tiene consecuencias, consecuencias enormes".
💣Bombita: El Comité Olímpico Internacional exigía (entre 2015 y 2021) que para competir en categoría femenina demostrara que los niveles de testosterona de las deportistas debía ser de 10 nanomoles por litro de sangre durante al menos los 12 meses anteriores a la competición. Sin embargo, se eliminó ese requisito por considerar que la testosterona no es beneficiosa ni en todos los deportes ni en todos los casos.
Además, Khelif puntualizó que el acoso, no solo en el deporte sino a través de redes sociales "puede destruir a las personas, puede matar los pensamientos, el espíritu y la mente de las personas".
Imane Khelif se sobrepuso rápidamente y terminó: "Está preocupados por mí. Si Dios quiere, esta crisis culminará en una medalla de oro, y esa sería la mejor respuesta".